“Sé que soy un desastre como mujer, no soy la típica
mujer que se arregla cada día para salir a caminar, no soy la típica chica que
se conquista con regalos caros, ni la que pinta su rostro con capas de
maquillaje. No, no soy la típica mujer que encuentras con tus amigos los
sábados en los bares.
Soy una mujer simple y a la vez complicada. A veces ni yo misma me entiendo y sé
que eso puede llegar a sacar tanto de quicio a alguien pero te pido que me
tengas paciencia.
Soy de las que me gustan los regalos hechos a mano, soy de las que quiere
detalles inesperados sin fechas indicadas, soy de las que les gusta que le
besen en la frente y le digan “te quiero”.
Me gusta ir con tu camiseta como loca correteando por el pasillo de tu casa,
cantando y bailando como una loca cuando prendes la radio del salón, me gusta
que me hagas sonreír cada día, me gusta que me arropes si tengo frío, me gusta
que me demuestres que me quieres en vez de decírmelo tantas veces.
Quiero que me agarres fuerte, pero no me sueltes.
Repito que no soy la típica chica corriente y que eso supondrá que tendrás que
dedicar mucho tiempo a conocerme a mí y a mi mundo propio. Pero créeme, merece
la pena conocerme.
Soy una persona cariñosa, extrovertida aunque en ocasiones soy bastante tímida,
me gusta pasar tiempo a solas y saber quererme a mí misma para luego poder
querer a otra persona, como a ti por ejemplo.
Me gusta pasar tiempo con mis amigos, con mi familia, me gusta salir a bailar
aunque no tenga ni idea de hacerlo, me gustan las reuniones con amigos un
miércoles cualquiera por la tarde, me encanta hacer reír a la gente, soy de las
que cuido de la gente que me importa y incluso de la que no también.
Me gusta dedicar tiempo a las personas de mi entorno, ser detallista, paciente
con ellos, ser su confidente, saber escucharlos y apoyarlos para mí eso es algo
muy importante.
Me gustan las películas y leer los domingos, pero me encanta salir de fiesta y
disfrutar del mundo ante mis pies.
Soy un poco bipolar también, lo reconozco aunque a veces ese punto me cueste
reconocerlo, soy algo terca y orgullosa. Pero he aprendido a lo largo de los
años que el orgullo lo pierdo por cualquiera que merece la pena, solo tienes
que saber hacerme ver y sentir que “mereces la pena“.
Ven, quiéreme, cuídame, protégeme. Pero sobre todo te pido que me aceptes con
mis mayores defectos y virtudes. Que ames cada trocito que me forma a mí. Porque
cuando aprendas a amarme tal y como soy, sabré que me quieres sinceramente y
ahí será cuando te agarre y créeme no te dejaré caer, no te soltaré.”
Autor: Camila Simmons