martes, 31 de enero de 2017

Trenza tus tristezas, Paola Klug


Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.

Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.

Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…

Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.

Autor:
Paola Klug

Imperativo compartido, Ruth Xilotl

Vamos a rentar un departamento sencillo, trabajar medio día, dedicarnos a querernos y alternarnos para apagar la luz por las noches aunque tú siempre estés más cerca. Vamos a darnos la espalda en la madrugada, buscarnos cuando calculemos que ya va a amanecer para abrazarnos y despertar pegados.

Vamos a hacer el súper y comer sano y adivinar el postre que uno que otro día se nos antoje a cada uno. Vamos a abrir un blog para escribir todo lo que nos pasamos platicando en las tardes con lluvia aunque lo lea nadie más que tú y yo. Vamos a quitarnos la ropa y dejarla por todos lados y lamernos por todos lados y sonreírnos por todos lados. Vamos a poner música de esa que se escucha viendo al techo mientras me tomas apenas de la mano y yo susurro cosas que no escuchas pero entiendes muy bien. Vamos a ver películas que me tengas que explicar después, vamos a hablar en otro idioma y terminar besándonos como nunca habíamos besado antes. 

Vamos a confesarnos secretos de la infancia y a hablar de las familias y los miedos y el presente, vamos a inventarle soluciones improbables a todos los problemas que aquejan al mundo. 
Vamos a leernos en voz alta hasta que uno de los dos se quedé dormido. Vamos a tomarnos fotos, vamos a andar descalzos, bañarnos juntos y bailar a oscuras. Vamos a terminar los días exhaustos, discutir a veces, dejar los trastes sin lavar aunque sea un día y poner las llaves donde no nos vamos a acordar que están. 

Vamos a dejarnos solos de vez en cuando, a vernos mucho tiempo frente al espejo, a cuestionarnos cosas que no preguntamos con nadie más. Y vamos a querernos. A no fijarnos del tiempo. A cumplir promesas que no hayamos hecho y aventurarnos a la costumbre de que estar juntos se sienta tan bien.

Autor: Ruth Xilotl, Poquito Pudor

lunes, 30 de enero de 2017

No me gusta, M. Sierra Villanueva

"A mí no me gusta la gente que se va sin despedirse, tampoco el silencio que atropella las palabras, ni el regreso que dura un segundo. 
No me gusta la gente que es intermitente, que se cree ola, que va y que viene.

Esos que abren una oportunidad, que hablan desde la ventana y cuando uno abre la puerta, ya se tienen que ir.
No me gustan los que de repente te abrazan y cuando miras al lado dejan vacíos, ni siquiera dicen "hasta luego".

A mí que me quieran constante, no digo que sea en línea recta, pero que estén, que se sienta de corazón a corazón el mismo "te quiero". Que si se van, tengan la cortesía de al menos cerrar la puerta, que si tienen que ausentarse que al menos lo dejen saber para no estar a las mismas horas esperando su regreso.

Mira que el café se enfría y las ganas también. Mira que uno se cansa de mirar, de hacerse preguntas, de tratar de encontrar respuestas.

A mí no me gusta la gente que usa muchos puntos suspensivos, que se van corriendo y uno no sabe si vendrán a las seis como de costumbre, o si terminarán la historia ahora o más tarde. A mí que me digan "espérame o adiós", conmigo que sean claros de una vez, porque eso de andar en la incertidumbre de dar pasar la página o cerrar el libro, no me gusta."

Autor: Cap. 2016 pág. 256 de 366, M. Sierra Villanueva

domingo, 29 de enero de 2017

Carta a la mujer que amo, Mauricio Gloomy

Carta a la mujer que amo: 
Supongo que es normal verte a menudo, que te pasees por mi mente causando estragos y que mi sueño resulta ser el único daño confirmado. Que tu recuerdo se vuela la única imagen que sin hospedarse viva en mi memoria. Me moría por tenerte, y no es broma, dime cómo se le dice a un corazón que deje de querer y sea capaz de ver la verdad que tras de ti se esconde.
Te fuiste sin enseñarme que lo que te llevabas era todo ese abstracto arte que aprendí para poder amarte. Me dejaste extrañándote, como si fuese de que algún día volverías . Y lo cierto es que, no me enseñaste a seguir, aún sintiendo el vacío, no me preparé para la ausencia de tus susurros a mitad de la noche, de tus abrazos tan cálidos en las noches que perdía norte y sur. La verdadera virtud de tu cuerpo, una silueta a contra luz. Tu simplicidad casi mágica para acabar el insomnio con un beso de buenas noches.
Cariño, no sé a donde te hayas ido, pero seguiré creyéndome que volverás. Seguiré intentando alcanzarte. Seguirá mi mano extendida si la quieres tomar, esperando por ti, solo por ti.
Tú y tu jodida perfección. Yo y la costumbre de convertir tus imperfectos en mi favorita inspiración, en los poemas sin razones que se me han ocurrido inhalando otras líneas.
Pues, tú sabes acariciar cada herida sin tirar de las costuras, retratarme el cielo, y en eso, llevarme hasta el espacio tan perfecto de tu cintura. Dame tu mano y al mirar abajo nos daremos de bruces contra el suelo, quedará solo el camino de luces que nos dejan las estrellas, hasta que cojamos vuelo.
Es inmenso el océano de tus placeres, que con cada oleaje me pierde en tus aguas. Eres mi salvavidas y único escape. Que he fijado rumbo hasta desembocar en tus cauces. Como un largo viaje del que éste naufrago navega hasta recorrer todos tus mares de lunares.
Permíteme conocer todos tus polos, tus opuestos, tus logros y tus miedos. Déjame ser el frío que se evapora hasta llegar a tus playas. Y lleva mis temperaturas hasta la más alta.
Ven y deja que mi locura de aferre a ti, que por las noches me recuerdes, y te acuerdes de venir a verme.
A veces, recorro tu ombligo y acaricio el filo de la muerte; al recorrer tus piernas y acariciarlas nos damos por bajas confirmadas. Quizá y por el camino me encuentre con el fuego de tu mirada.
Abrázame y quémame como si amaras hacerlo, y no te detengas, podré con esto.
Desvelémonos ésta noche, seamos turistas en el recorrido de nuestros botones. Pateemos las calles en todas direcciones y enséñame la silueta de tus caderas tan curvas que se desvían hasta tu escote.
¿Por qué no volvemos? Y nos hacemos tan nuestros como lunares escondidos, como los versos de besos que me has prometido. Como caricias escritas y poesías al oído.
Dispárame con una sonrisa calibre medicina para corazones rotos, mírame a los ojos con libre dosis de morfina y bésame con esencia a cafeína y malas intenciones.
Soy la víctima de tus encantos, la presa de tus labios. Tómame las manos, y yo te tomaré a la fuerza. Suspírame al oído con agudeza, acaricia mi regazo y yo tu cintura con delicadeza.
Róbame el aliento, y robaré de tus besos todo lo que me hace bien. Noche de buenos besos repartidos a tu cuello, oye bien mi silencio y el acelerar dentro de tu pecho...

La noche, es mi amiga y a ella le cuento la poesía abstracta que te escribo.

Autor: Mauricio Gloomy

viernes, 27 de enero de 2017

¿Qué somos?, Poet Lonely

¿Qué somos?

Somos un par de locos, enamorados del amor;
somos dos gotas, que secó el sol del suelo;
somos un par de almas, ya cansadas del dolor;
somos sol y luna, que no se hallan en el cielo;
somos luz y sombra que coexisten ya por sí;
somos voz y silencio, perdidos en el infinito;
soy tu poeta y tu mi musa, desde que te conocí;
somos fantasía y realidad, somos verdad y mito;
somos un par de niños que se miran sin hablar,
somos un par de aves, impulsándose al vació;
somos dos desconocidos, que se empiezan a extrañar;
somos dos personas que se abrazan por el frío,
somos un par de mentes, unidas por un pensamiento;
somos un par de corazones, que palpitan sin parar;
somos un par de cuerpos, que albergan un sentimiento;
somos cielo e infierno que se empiezan a mezclar,
somos paz y guerra, somos pecado y salvación;
somos alba y ocaso que luchan por no morir,
somos mar y tierra, somos tonada y canción;
somos la alegría y la tristeza, que cada día deja seguir;
somos oleo y lienzo, somos furia y calma,
somos día y noche que se unen en la muerte,
somos todo y nada, soy tu vida y tu mi alma;
por lo que somos, por lo que seremos, ¡necesito verte!

Autor: Poet Lonely, David de la Torre

Habla mi ego, Mercedes Reyes Arteaga

"Bueno supongo que ahora ya sabes todo, sabes de mis miedos y traumas, sabes que suelo huir todo el tiempo y que terminar y cerrar ciclos es todo un reto para mí. Ahora ya sabes que me pierdo mirando las nubes y que me da por hablar sin control si noto que me pones atención.

Ahora ya sabes que eso de que estoy loca no es broma, así como sabes qué decir para que pierda el control. Supongo ya sabes que camino lento y me río tan alto, tan libre. Ahora sabes que soy vulnerable y frágil. Que suelo ser confianzuda y que a la menor provocación acaricio. Me sorprendió que no corrieras, que te quedaras como los valientes a mirarme hablar y a escucharme con los ojos. A observarme mientras yo fingía que no lo hacía y aparentar que no lo notaba. Ahora que lo sabes y no has huido, ahora que te quedas y ves el mundo conmigo, amigo, cómplice por favor… Abrázame y junta mis pedacitos despacio. Ahora que has visto a este monstruo abrázame fuerte, abrázame alto."


– Habla mi ego, Mercedes Reyes Arteaga

jueves, 26 de enero de 2017

Señorita, Juan Ezequiel Bertolini


Señorita, enjuáguese el corazón...
Si lo sufre o lo llora, déselo vuelta, sacúdalo y póngalo en remojo. Limpie cuidadosamente los rincones que nunca vio aunque para eso sea necesario reencontrarse.

Ponga agua a la vida y un poco de hielo para extremar las situaciones. Enjuague una y otra vez sus capas de vida, así sabrá cuantas veces estuvo realmente sola.
Si ahora llora, solamente es necesario un poco de agua que moje un poco más su rostro, y verá cuán nada son sus lágrimas cuando se borran con el chapuzón.

Una recomendación: tire todo por la borda, el vestido, el maquillaje, la máquina de afeitar o, de ser valiente, esa maldita cera que la acompaña a todo lugar que vaya.

Le recomiendo reemplazar los silencios por risas y miradas por palabras. Sueños en lugar de mentiras y verdades en remplazo de la nada misma.


Cuando todo eso que le pese haya llegado lejos, muy lejos, cierre los ojos y relaje la mente... ¿puede ver ahora el motor de vida que lleva dentro?

Autor: Juan Ezequiel Bertolini

martes, 24 de enero de 2017

Búsqueda, Quetzal Noah.


Te busco en las gotas de lluvia,
en las últimas hojas del verano,
muchas frases de mis libros favoritos
me hacen recordar momentos
donde me regalaste tu sonrisa,
donde fuimos felices,
por el simple hecho de vivir
la ausencia del futuro.

Me gustaría enamorarte a diario
pero aunque eso fuese promesa,
es algo que no puedo cumplir
porque habrá días donde me sienta
no estar yendo a ningún lado en mi vida
y tal vez eso me distraiga,
habrá días en los piense
que he fracasado en todo.

Aún así cuando eso pase
recuerda las palabras del momento
que si estamos juntos fue
porque decidimos la victoria del amor,
sobre cualquiera ráfaga de miedo
yo para ti sólo tengo
ganas de compartir todo
desde gemidos hasta profundos silencios.

He soportado tus atentados
de poca consciencia cuando me derrumbas
y he visto todas las dimensiones de la gloria
en un destello de tu pupila
y entiendo que toda relación está llena de cambios
y si vamos a cambiar
que sea juntos para comprendernos,
no por capricho de nublarnos el sendero
piensa en todo
y también piensa que te quiero...

Autor: Quetzal Noah

lunes, 23 de enero de 2017

Suerte, Antonela Sambito

Me desperté y la vi a ella arreglándose para ir a trabajar, pensé en decirle algo, pero cuando me di cuenta de que ella no me vio despierto decidí permanecer en silencio observando.
Concentrada ella miraba al espejo y concienzudamente cuidaba de cada detalle, el cabello, ojos, el tono de la piel y contornos, a veces ella se alejaba de su reflejo y como quién tanto ya hizo eso entendía detalles que solo una mujer puede entender.

Ella era hermosa como de costumbre, pero no tan increíble como cuando nos conocimos o incluso cuando ella se vestía para salir todos juntos. Me quedé allí, pensando en todo el tiempo que se toma para permanecer irresistible y cuánto tiempo le tomó para hermosear cada vez que me iba a encontrar.
Me quedé pensando también en cuántas veces me olvidé de decirle lo mucho que ella estaba maravillosa. Esa mañana fingí estar dormido y cuando ella se acercó para darme un beso de despedida me la tiré de sorpresa para mi lado de la cama, miré en sus ojos que parecían no entender nada y le dije: 'Lo siento cuando me olvido de decirte que eres la mujer más hermosa del mundo. Tengo la suerte de que me escogiera'. Ella sólo sonrió, con la misma sonrisa increíble de siempre y que yo hace tanto tiempo no valoraba por la maldita costumbre.
Esa mañana que salió para ir a trabajar yo sentí una gran nostalgia de ella, una nostalgia que hace tiempo no sentía. Realmente me di cuenta de la suerte que tenía por tenerla a ella a mi lado y la suerte que tuve por entender eso sin necesidad de perderla.


Autor: Antonela Sambito

domingo, 22 de enero de 2017

¿Cómo me gusta una mujer?, Vargas.

Me gusta una mujer que sea sencilla, inteligente, y sobre todo muy tierna; que sea real, verdadera y humana; que me haga enojar a ratos, que sea mi cómplice en todo, que me acompañe siempre, que se apoye en mi pecho, que sane mi cansancio. Que me robe los sueños, que me despierte con sus necedades, que no me deje dormir hasta que ella cierre los ojos, que se despierte tarde, y que me dé permiso de llevarle el desayuno a la cama.

Me gusta una mujer que me hable hasta el cansancio, que hablemos de todo, que gane todas las peleas, que no tenga miedo de decir su verdad, que guarde sus secretos como una sortija, que me mienta con la sinceridad; que no tenga miedo a equivocarse, que pierda el control, que sepa decir "No lo sé", que llegue tarde y me haga esperar, que ame su pasado y no se preocupe por el mío, que se sienta libre y que me haga sentir libre, como cita Nach en su tema “amor libre”.

Me gusta una mujer que se dé permiso de ser lo que quiera ser, sin importarle una carajo la sociedad; que se deje enamorarla a diario, que me permita dedicarle canciones, y escribirle poemas, que me venda a buen precio su linda sonrisa, que se ría a carcajadas, que se burle de mí, que hagamos tonterías, que me extrañe, que me diga que le hice falta cuando no estoy, que me sueñe y que me desee.

Me gusta una mujer que no se abstenga, que no tenga miedo a reclamar, que pida, que grite, que no se rija por lo que no crea, que sea optimista, que nunca oculte su inteligencia, que me critique cuando lo necesite.

Me gusta una mujer que no tenga miedo de desvestirse, que se vea mal sin maquillaje (para mí, así es muy hermosa), que se mire hermosamente perfecta con sus rollitos o sin ellos (para mí el fisico es lo de menos), que discutamos por sus complejos, que no tenga miedo de desordenar las sábanas.
En fin, me gusta una mujer que esté ahí para quererla, y cómo no, una mujer que me perdone por extenderme en este texto...

Autor: Vargas

viernes, 20 de enero de 2017

Te he mentido, Cortometraje de Dulcineastudios.

Querida Cristina: 

He decidido hacerte esta carta porque mereces saber que nada es culpa tuya, simplemente todo ha cambiado y no sé decirme por qué.

Te adoro pero no, no puedo seguir contigo. Lo cierto es que te he mentido y eso no es lo peor, lo peor es que llevo haciéndolo desde el primer día y lo más ridículo es que también me he mentido a mí mismo creyendo que por fin te había encontrado.

Adoraba como pasabas de enfadada a enamorada en cuestión de segundos. Me encantaba tu piel y el olor a crema hidratante cada vez que me abrazabas. Adoraba el modo en que decías si a todas mis locuras. No podía vivir sin tus abrazos constantes. Me encantaba cuando te burlabas de mis tonterías y eso te hacía estallar en mil sonrisas. Disfrutaba sin hacer nada, matando el tiempo, paseando, besándonos. Adoraba tantas cosas de ti...

En cambio, ahora odio tus cambios repentinos de humor, detesto cuando te pones esa crema hidratante y me tocas con la piel pegajosa. Odio tu poca iniciativa y que digas sí a todo. Me agobia que quieras estar siempre pegada a mí y me enfurece que te burles de mis cosas y encima te rías. Me aburre estar sin hacer nada perdiendo el tiempo.

Por eso no puedo seguir contigo, porque cometí ese error que comete todo el mundo de creer que eras quien yo quería que fueras; de, sin conocerte, decirte que eras la mujer de mi vida. De pensar que eras mi una entre un millón, porque eran más mis ganas de encontrarte que las de estar contigo.

Pero no has sido tú la única engañada; yo también me creí que eras para siempre, que serías mi antes y mi después, lo que siempre había soñado.

Sé que me volverá a pasar, me volveré a mentir. Volveréis a parecerme todas las anteriores en insight y volverá a parecerme todo increíble. Me veo mintiéndome otra vez, equivocándome, pero ya no contigo, ya no contra ti.

Lo siento mucho.

Te deseo lo mejor.

(Alexander)

Transcripción de un cortometraje de Dulcineastudios

jueves, 19 de enero de 2017

Te debí querer menos y quererte mejor, Pía Fedeli


No eran novios, no iban a serlo nunca, no por falta de ganas si no por falta de interés. Se veían a ratos, eran felices en algunos momentos puntuales. Uno de ellos solía ser los fines de semana, cuando la veía en alguna fiesta, y casi siempre a las 5 o 6 de la mañana. Buscaban el calor, la pasión, no buscaban amor, ni relación estable, al menos uno de ellos.
Él era libre, como el viento, como los pájaros, volaba de un lado a otro y de vez en cuando necesita posarse en algún sitio. A veces buscaba otro calor, otra cama y otras sábanas que no fuera las de ella. Ella era diferente, no necesitaba a nadie más, solo lo necesita a él, le daba igual cuánto durara el amor entre ellos, porque ella se agarró a que el significado de la palabra amor no llegaba a nada más de lo que ellos dos tenían. Ni más ni menos, ratos de pasión y quizás alguna que otra noche completa, pero a la mañana volvía la pesadilla, los mensajes a destiempo, o incluso mensaje sin responder.

Ella se enfada, pero lo hacía con ella misma, le volvía a decir que no la volviera a molestar, que si esa era su manera de querer, que no la quisiera. En realidad era mentira, ella deseaba que su móvil volviera a sonar, aunque fuera a las 5 de la mañana. Quiso pensar que no había otra manera de querer. La cosa seguía, pasaban los meses y entre ellos no cambiaba nada, él era de muchas, ella solo de uno. Le encantaba pasar noches a su lado, lo miraba mientras él dormía, no se explicaba como lo podía querer tanto. Ella sabía que él la quería, pero ese amor loco ella no lo soportaba. Pensó que sería mejor terminar toda esta aventura que la tenía loca, esta vez de verdad. Él le dijo hasta luego y le dio un beso en los labios, como siempre, pero ella sabia que no era un hasta luego, esta vez seria un adiós definitivo, fijo sus ojos en él, lo miró y lo observó hasta que él cerro la puerta. A ella se le derramo una lágrima y entre dientes dijo: ” Esta vez sí. Te voy a querer siempre..” Llegaron los mensajes de nuevo a las 5 de la mañana, esta vez no había contestación. Comenzaron llamadas y mensajes durante días, seguía sin contestación, incluso llegaron los bloqueos a todo tipo de red social. Pasaron días, incluso varios meses, hasta que se encontraron. Ella temblaba, a él por primera vez se le hizo un nudo en el estómago, la había perdido y esta vez para siempre. Ella le había dado sentido a su vida con amor de verdad. Encontró a quien la sabía cuidar, la sabía querer. Ella no iba a querer nunca más a alguien como lo había querido a él, pero eso es lo que necesitaba en su vida, un amor tranquilo y verdadero y no volver a querer a nadie como lo quiso a él. El sentido de amor de esa relación jamas podría ser sano. Pasaron los meses y él seguía igual, pero ahora era diferente, porque en todas las mujeres la buscaba a ella, y no la encontraba, se sentía vacío. Se maldijo mil veces por no haber sabido apreciar el amor que ella siempre había sentido hacia él durante años. Caían lágrimas de sus ojos, no se lo podía creer, lloraba por una mujer, lloraba por amor, lloraba por ella. Cogió su móvil, trago saliva y le mando un último mensaje: ” Te echo de menos, y te necesito a mi lado ahora y siempre, nunca pensé que yo dijera esto, pero no soy feliz sin ti a mi lado. Te debí querer menos y quererte mejor, siempre te voy a estar esperando, pequeña..” Y una vez más, no hubo contestación

A veces la vida de la mujer es dura, y hay amores que matan; se aferran a hombres que no les convienen, por temor a quedar solas, por miedo a no poder afrontar las responsabilidades de la vida por nosotras mismas. Sí, hay amores que les destrozan, pero que no son capaces de dejar de lado. Tenemos que aprender a amar con medida, tanto nos aman, tanto amor entregamos. Es necesario aprender a respetarnos como personas y mujeres. El día que aprendan a hacerlo, esta historia no nos podrá ocurrir.


Autora: Pía Fedeli

miércoles, 18 de enero de 2017

¿Por qué ella es así?


¿Sabes por qué ella es así?

¿Por qué es desconfiada, fría, interesada y juega con tus sentimientos? Porque yo me encargue de hacerla así, la engañé muchísimas veces, tanto con mujeres como con mentiras y promesas que jamás cumplí, la deje cuándo más me necesitaba, me iba con mis amigos, me besaba y tenía sexo con cualquier mujer que se me atravesaba y ella nunca se daba cuenta, qué ridícula, ¿no? Hasta a mí me daba risa. A ella jamás le daba un detalle, ni una flor o una carta, realmente que flojera, pero a mis amiguitas... de fiesta y hasta a comer las invitaba y finalmente, ¿sabes por qué se volvió tan superficial? Porque yo no jugué ni una ni dos ni tres con sus sentimientos, fueron varias y la niña tonta siempre caía con ponerle mi carita de "lo siento, mi amor, no vuelve a pasar" y lo volvía a repetir miles de veces porque sabía que ella me perdonaría. Por eso y mil cosas más ella es así, y sí cabrón, me puedes echar la culpa, la verdad no me importa, pero si la quieres querer bien, la quieres conquistar, te deseo suerte, porque será muy difícil, demuéstrale que eres diferente y no te rindas, porque antes de ti, estuve yo, y yo me encargue de hacerla así.

Atte: El hombre que le destruyó la vida.

martes, 17 de enero de 2017

Contigo, adonde sea, Yaneli Ortegón.

He esperado este momento.

Todo ha dado un giro

de ciento ochenta grados;

dejamos de sufrir

por cosas y personas

que no valen la pena.



Alguien ha llegado.

Ese individuo que me roba sonrisas,

que hace de mis mañanas alegría;

que me brinda tiempo

y me ofrece espacio.

Su mirada es permanente a mis ojos,

en donde veo mi reflejo

y me siento segura de que al fin

existe alguien que tomará mi mano,

esa mano que alguna vez estuvo débil.

Por eso, cariño: contigo, adonde sea.

Autor: Yaneli Ortegón.

lunes, 16 de enero de 2017

Peligro, La chica misteriosa.


 

"No hay nada más peligroso que enamorarse de una chica que te entrega todo, que se preocupa por ti, por si ya comiste, cómo fue tu día, la que puede ser una pervertida, pero, puede ahogarte con sus cursilerías. Una de esas chicas que no cree en las historias de amor, pero, que cada día te hace vivir una, esa que escribe sobre ti, que te convierte en un alma inmortal. Una chica que es tu amiga, que se convierte en tu amante, pero, que siempre es tu amor. Aquella que no te tiene pena, que te cuenta todo de ella, que se siente libre contigo, que te muestra que puede ser una hija de puta, pero, que también es demasiado frágil. Porque, mi amigo, de una chica así no te libras nunca.”

Autor: La chica misteriosa

domingo, 15 de enero de 2017

Cartas a Chepita, Jaime Sabines



Julio 14, 1949

Chepita linda:

Hace 3 o 4 días te escribí y aún no he vuelto a recibir carta tuya, pero eso no importa para escribirte hoy.

En realidad no tengo mucho que contarte, y un examen que tengo hoy en la noche me aflige y apresura. Sin embargo, mañana hacen dos años de estar juntos y quería recordártelo.

Quiero decirte que te quiero, que estoy contento contigo, que me siento satisfecho de ti.

Me siento orgulloso de llamarte mi novia, mi mujer, la mía. No puedo arrepentirme de quererte. Sé que eres limpia y noble. Y sé que tu amor no me traiciona.

Me gustas por linda y por buena. Y por saber quererme. Yo sé que en ti puedo descansar mi corazón. Sé que, como mi brazo, no puedes alejarte. Eres como mi brazo, como mi corazón.

Ahora te deseo y te quiero, pero no me aflige ni la distancia, ni el amor. Pasarán estos meses y estarás de nuevo a mi lado; pasarán todas las ausencias que nos esperen en la vida, y siempre estarás a mi lado, no podremos dejar de estar juntos; yo bebiendo de ti todo el amor que necesito, y tú encontrando en mí todas las fuerzas que te faltan. Somos necesarios uno al otro; eso es todo. Ambos nos damos vida; y fuera de los dos toda intención se frustra. Debemos aceptarlo así y alegrarnos de ello. Yo, de veras, me alegro. Me alegro de ti y de quererte.

Es posible que te haya hecho daño muchas veces. Es posible que aún te haga más mal. Pero quiero pedirte que todo lo perdones. Yo siempre he querido estar seguro de que me quieres como soy, y entonces me he propuesto ser como soy. Nada me ha detenido. Nada podría tampoco hacerme falso, distinto. Muchas veces me he puesto a pensar en aquello de Neruda: “amor que quiere libertarse para volver a amar”. A mí me ha pasado muchas veces, siempre me pasa. Quiero quererte libremente, yo mismo. Todo lo que trata de detener mi amor, de hacerlo otro, de encerrarlo, ya sea una fórmula social, una caricia cerrada, o una costumbre, todo eso me mortifica y me hace huir. Pero tú sabes ya la clave del regreso: tu humildad, tu fe. Tú misma. No lo olvides. Sabes bien que mientras tú seas tú yo seré tuyo. Que giro alrededor de ti, que sólo en ti he encontrado paz y alegría. Y que muchas veces me voy, sólo porque quiero volver.

Que estés guapa y linda. Y que en este segundo aniversario me quieras tanto, casi tanto como te quiero yo.

Jaime

sábado, 14 de enero de 2017

Si decides amar a una mujer, Leonardo León

Si decides amar a una mujer prepárate para todo.
Para que te celen por cualquier cosa.
Prepárate para ser siempre el que le des la razón.
Prepárate para ceder a sus encantos.
Prepárate para decir "sí, mi amor"; cuando ella lo necesite.
Prepárate para pelear por cualquier motivo.
Prepárate para discutir en la calle y no dejar que ella se vaya y camine sola.


Si vas a amar a una mujer prepárate para todo y más.
Prepárate para recibir las mejores caricias de toda tu vida.
Prepárate para que tus labios sean besados y mordidos... 

hasta robarte el aliento.
Prepárate para ver una hermosa sonrisa todos los días.
Prepárate para ser consentido y mimado cada segundo.
Prepárate para hacer el amor y ser llevado al mismo cielo.
Prepárate para ser cursi.
Prepárate para una relación cuando ella sólo dé el 10% seas tú quien de el 90%
Si decides amar a una mujer...
Prepárate para conocer el verdadero amor.

Autor: Leonardo León

viernes, 13 de enero de 2017

Manual de la mujer inteligente, Sirena Morena.

Manual de la mujer inteligente 
(cabronas absténganse)
1- Mande a todos a la verga.
2- No mande mensajes ni stalkeé al sujeto en cuestión.
3- Báñese, aunque se quiera quedar en cama, métase a bañar.
4- Póngase perfume en el escote, (indispensable) y lápiz labial.
5- Use única y exclusivamente rímel en base agua, para cuando sienta ganas de llorar lo piense dos veces.
6- Salga de su casa, no importa si no tiene a quien visitar. Agarre al perro y salga. ¿No tiene perro?, agarre un libro y diríjase al parque más cercano.
7- Sonría, nadie quiere estar con una persona con cara de amargada.
8- Hágase el amor. Usted solita, en su cuarto, con o sin estímulo. Las sonrisas más bellas se muestran cuando uno está satisfecha. 

9- Coma, bien y copioso. Consiéntase. Un antojo no matará a nadie. Las dietas están hechas para romperse una vez al mes.
10- Quiérase, suena fácil, ya sé. Mírese en el espejo con respeto y serenidad. Si no tiene nada agradable que decirse permanezca en silencio. Si no aprende a respetar su sobrepeso, su estatura, el tamaño de su busto, sus estrías y celulitis, es fácil que alguien pueda herirla en su intimidad.
11- Recuerde que todo esto pasará. Nada dura para siempre. Deje salir sus lágrimas, pero no se regodee en su dolor. Ya mañana puede volver a comenzar.
Autor: Sirena Morena, Ana Tecuanhuehue

miércoles, 11 de enero de 2017

Blasfemia 5, Mercedes Reyes Arteaga.

Fue una lástima que tu mamá no me conociera bien, que no me llevaras con tus amigos a beber, que tus primos no me hubieran visto bailar contigo.

Fue muy triste que las calles repletas de gente no nos hubieran visto besar o abrazarnos mientras el mundo rodaba más lento.

¿Podrías imaginar las fiestas estando juntos?
¿Las reuniones familiares?
¿Los velorios?

Tu cabeza buscaría mi hombro y mis dedos se enroscarían en tu cabello mientras tus ojos marrones se cerrarían al compás de tus latidos calmados.

Beberíamos de la misma botella la cerveza, me darías un beso sabor a cigarrillo y yo ya no tendría necesidad de fumar. Sería la incorrecta según tus “ex novias”, yo la tatuada, la gordita y loca.

El ¿cómo con ella? de algún despistado pero tú, “eres la mejor”, de cada amanecer y sobre todo tu melancolía inexistente de los domingos salados.

Tu mamá se quedó sin su mejor nuera, tus amigos sin una amiga que les aguantara el ritmo a la hora de beber, tus primos sin la música perfecta para verte danzar y tus “ex” sin la chica perfecta para darse a odiar.
Te quedaste contigo, pero sin mí, sin nosotros.

Autor: Blasfemia 5, Mercedes Reyes Arteaga

martes, 10 de enero de 2017

Abrir su alma, Vargas.

No se trata sólo de abrirla de piernas, cogértela y venirte.
¿Qué caso tiene hacer eso? Tienes que hacerla sentir especial, hacer que te piense todo el día, que tenga fantasías sexuales contigo, que te desee tanto que se moje con tan sólo pensar en ti. No abras solo sus piernas, conócela primero, consiéntela, escúchala, hazla sentir especial y antes de abrir sus piernas; abre su alma. Haz que se sienta segura contigo, que deje sus miedos y así pueda mostrar lo mejor de ella, que no tenga miedo de mostrar su lado mas perverso o de contarte sus fantasías, complácela cuando te las diga, háganlas realidad, no solo disfrutes tú; primero asegúrate que ella también disfrute. Hazle el amor, penétrala, provócale orgasmos, juega con ella cosas sucias o divertidas y mientras la penetras acaríciala, no solo te muevas como una máquina, ella debe de sentirte siempre y cuando este en su punto máximo de excitación susúrrale al oído lo mucho que la quieres y cuando disfrutas estar con ella, eso les encanta. Se diverso, romántico, cursi, salvaje, dominante, sumiso, sorpréndela siempre con algo distinto.

El secreto está en hacer lo que te gustaría que hicieran por ti, consiéntela y cuídala, ¿por qué sabes?... Tal vez no estés siempre a su lado, pero te aseguro que ella nunca te va a olvidar y aunque lo haga con otros hombres nunca te sacará de su mente.
Porque cualquiera puede abrir de piernas y cogerse a una mujer, pero yo prefiero abrir su alma y hacerles el amor de mil maneras.


Autor: Vargas

lunes, 9 de enero de 2017

¿Qué prefieres?, Lo leí por ahí.



-¿Pechos o trasero?            

-¿Te soy sincero?
Prefiero mil veces unos buenos pedazos de ojos marrones claros, una sonrisa que pueda ver por las mañanas y me alegre el día, y una personalidad que me derrita.
Claro, todos miramos unas nalgas o unos buenos pechos, pero no encuentro lo importante a eso.
Últimamente, la ideología de los hombres es tener a la mujer con el mejor cuerpo para presumir y para cuando tengan relaciones, se divierta, pero, ¿de qué sirve eso? ¿Un trasero te puede cambiar? ¿Unos pechos te pueden ayudar a resolver los problemas más difíciles de tu vida?
¡No, claro que no!
En cambio una sonrisa te puede hacer sentir el hombre más afortunado de todos, los ojos de una mujer son lo más hermoso que existen, y si eliges bien, puedes ver esos ojos el resto de tu vida y darte cuenta que el amor va más allá del físico y lo material, verás que es hermoso saber que esa persona es lo más importante que tienes en tu vida...
Y que la tienes junto a ti a pesar de todo.


Autor desconocido


sábado, 7 de enero de 2017

Tatuajes, Sound of a woman.


No me gustaban los tatuajes, pero ella tenía uno que, si bien era sencillo, era bonito.
De un día a otro se sentó frente a mí a tomar su café con leche. Se subió la manga y entonces lo ví: cuatro aves volaban en el lateral del antebrazo, ahí, sobre su muñeca.

—Bonito —dije señalando las figuritas con la cuchara. 

Me explicó el por qué:
—Uno por cada gran amor que he tenido.
¿Por qué habría alguien de querer llevar algo que le recordara a sus viejas pasiones?
Me leyó la mente, o eso parecía.
—Cada uno de ellos fue maravilloso en su tiempo. El primero era un músico. Tocaba la guitarra con una delicadeza, pero con tal fuerza que sus melodías me excitaban en sobremanera. Y a mí me tocaba aún mejor. Delicadeza rápida.
El segundo, —continuó — fue el menor de todos ellos, pero no por eso lo iba a dejar fuera. Ni tampoco quiere decir que no lo amé. Él era pintor. Le di vida y significado a muchas de sus pinturillas. El tercero y el cuarto eran abogados. Poco tiempo me dedicaban, pero cuando amaban lo hacían bien. Terminé cansada de ellos y ellos de mí; les demandaba más tiempo. Nunca lo hicieron. Ahora están casados con mujeres que les importa la comodidad del dinero y unas buenas vacaciones. Esa no soy yo…

Todo esto lo recuerdo ahora porque, estado sentado a la barra bebiendo una malteada de dulce de leche la vi entrar. Un año ha pasado desde la última vez que la vi.
Se ha sentado a una mesa con una única silla. Le reciben con una taza (me imagino que de café) y le ofrecen unos panecillos.
Mientras lee el diario, se pone la mano sobre sus pequeños labios, y ahí está: cinco aves ahora en su muñeca. Cinco. No cuatro. Cinco.

Tomo mi vaso, me giro y pregunto a un par de señoras si puedo tomar la silla vacía junto a ellas. Asienten y la cojo.

Colocó la silla al otro lado de la mesa, me siento y hablo.
—Hola, Sarah.
—Robert —no despega la mirada del impreso.

—Veo que has agregado uno más a tu colección.
—Bueno, sí. ¿Y qué?
—Vengo a escuchar la historia. Nuestra historia.

Autor: Sound of a woman

jueves, 5 de enero de 2017

Noche de Reyes.


Feliz noche de Reyes
Deja que vuelva la magia.
Permítete volver a empezar, volver a nacer...
eso es la noche de Reyes al fin y al cabo: un recordatorio, una llamada para dar a luz a nuestro mejor yo.
Esta noche, cree en ellos... existen.

Anda por ahí, entre planos de existencia,
materializándose gracias a la inocencia de las mentes aún no contaminadas, a los corazones que les cabe todavía una chispa de ilusión.
No es que de ilusión también se viva...
es que vivimos en una perpetua ilusión que moldeamos sin darnos cuenta.
Pero cada año, llegan ellos con los vientos de Oriente y nos susurran que la ilusión es la fuente de la eterna juventud, es la fuente de la vida.

Está noche, recuerda que Melchor está en ti y te trae de nuevo el oro para que recuerdes que tienes el privilegio y la responsabilidad de reinar en tu vida. Así que ponte la corona y comienza a gobernar tu propio mundo y a dirigir tus pensamientos y la voluntad de tu corazón en la misma dirección.

Esta noche, recuerda que Gaspar está en ti y te trae de nuevo el perfume del incienso para que no olvides que formas parte de algo más grande de lo que alcanzan a percibir tus sentidos. Un año más, te llega el recuerdo de que tu esencia es divina y es sagrada. Que eres todo y eres uno. El perfume del incienso, una vez más, te despierta.

Esta noche, recuerda que Baltazar está en ti y te trae de nuevo la mirra para que embalsames y entierres todo aquello que ya no te sirve.
Todo aquello que te aleja de comprender que eres, al igual que todos los demás, un ser único envuelto en un cuerpo perfecto para expresar aquello que tu alma vino a expresar al mundo.

Esta noche, recuerda... que todas las noches pueden ser Noche de Reyes y que todas las mañanas, cuando despiertas, tienes un regalo esperando para que lo abras: La Vida.


Autor desconocido

miércoles, 4 de enero de 2017

Que nada te afecte, que nada influya...

¿Cómo hacer para no darle a alguien el poder de hacerte sentir mal? ¿Cómo conseguir que lo que diga o haga otra persona no te afecte? ¿Cómo se hace para que el comportamiento de los demás no altere tu estado de ánimo?

Si a ti te pasa lo primero que necesitas saber es que nadie puede hacerte sentir mal si tú no le dejas. Es decir, que no te hace sentir mal quien quiere, sino quien puede. Y ese poder sólo puedes dárselo tú.

Así es, nadie tiene el poder de alterarte. Tú eliges siempre cómo respondes ante alguien y si quieres enfadarte, disgustarte, mantener la calma o pasar. Y, como ya sabrás, que te sientas mal nunca va a solucionar nada. Lo único que hace es amargarte la vida.

En cambio elegir cómo quieres sentirte (tranquila, indiferente, segura o lo que sea), independientemente de lo que hagan o digan los demás, es el mejor regalo que te puedes hacer y una fuente inagotable de paz interior.

Lo segundo que necesitas saber es que nadie tiene derecho a hacerte sentir mal. ¡Nadie! Ni tu padre, ni tu madre, ni tu jefe, ni tu pareja, ni un compañero de trabajo… ¡nadie! Y da igual lo que esa persona considere que has hecho mal o lo que crea que tendrías que haber hecho diferente.

Dicho esto, hay varias cosas que puedes dar para dejar de sentirte mal por el comportamiento de los demás. Y son éstas:

Valorarte como te mereces.
Que otra persona tenga el poder de hacerte sentir mal es señal de una falta de autoestima. Porque si tú te quieres, te respetas y te valoras, no dejarás que otra persona influya en ti y te haga sentir lo que no quieres.
Dale la importancia que se merece a tu opinión, a tus sentimientos y a tu forma de ser y no dejes que nadie te haga dudar de ti. Tienes derecho a que los demás te traten con respeto y también tienes derecho a decirlo cuando no lo has sentido así.

Dejar de tomártelo como algo personal.
Lo que haga esa persona es suyo y no va contigo. Por ejemplo, si alguien se enfada y te grita eso es suyo. Es su problema y no tiene nada que ver con cómo tu eres o te comportas.
O si alguien es muy susceptible y salta por todo también es suyo. Tal vez porque necesita reconocimiento.
O si alguien necesita quedar por encima y tener siempre la razón también es suyo. Tal vez sea su inseguridad, su sentimiento de inferioridad o su rabia con el mundo… Lo importante es que es suyo, no tuyo.
Darnos cuenta de las necesidades que se esconden detrás de los comportamientos que no nos gustan también es una manera de entender que lo que le pasa a esa persona no es nuestro, sino suyo.
Es decir, deja de pensar que el otro ha hecho eso por ti, que tiene algo contra ti y que lo hace para fastidiarte o para hacerte daño. Porque interpretar eso alimenta tu malestar e ignora todos los motivos que puede tener esa persona para comportarse así.

Date cuenta de que es sólo su opinión
Que otro diga algo no significa que tenga razón. Diga lo que diga de ti, es sólo su opinión. No la verdad. Esa persona tiene derecho a opinar eso, lo mismo que tú tienes derecho a recordarle que él puede opinar eso y tú puedes opinar otra cosa diferente.
Antes, cuando alguien decía algo que me hacía sentir mal, lo conseguía porque yo le daba más valor a su palabra que a lo que yo pensara. Si me decía que no sabía hacer las cosas, yo le creía y me sentía mal por no saber hacer las cosas. Sin darme cuenta de que no hacer las cosas como las haría esa persona no significa que no sepa hacerlas. Simplemente las hago diferente.
Es decir, no te sientes mal por lo que otro hace o dice, sino por lo que tú te dices respecto a eso.
Y si alguien no te contesta a un wasap no significa que seas una pesada. Lo mismo que si alguien te hace una crítica no significa que tenga razón.
Así que nunca más vuelvas a culparte por lo que ha pasado, a pensar que te lo mereces o que es porque tú hiciste algo mal.

No cambies lo que no quieres cambiar
Cuando los demás te hacen sentir mal y quieres que eso deje de pasar terminas haciendo lo que sea para obtener su reconocimiento y que te aprueben. Y te conviertes en quien no eres con tal de conseguirlo.
En ese caso, los demás no sólo tienen poder en tus sentimientos sino también en tu comportamiento.
Nada que ver con aquel maestro que cada día iba a comprar la prensa al mismo kiosco a pesar de que el kiosquero le trataba fatal. “No sé cómo le aguantas y sigues yendo todos los días”, le comentó un día un amigo. “¿Y va a decidir el kiosquero dónde compro yo el periódico?”, contestó el maestro.
Pues eso. Decide tú y no dejes que otros decidan por ti.

Y, a la vez, cambia lo que no te sirve
Cuando te metes en esa espiral de pensar que siempre que veas a X persona va a decir o va a hacer algo que te va a hacer sentir mal, sin darte cuenta eso afecta a tu comportamiento y a lo que esa persona percibe en ti. Es como un depredador que huele el miedo en ti y ataca. Y eso es justo lo que le da poder: darse cuenta de que le tienes miedo.
Así que imagínate que esa persona es alguien que te agrada y con quien te gusta relacionarte. ¿Ya tienes a alguien en mente? ¿Cuál sería tu actitud con esa persona que te gusta? ¿Cómo le hablarías? ¿Sonreirías? Seguramente sí. Pues de eso se trata. De que, aunque al principio te cueste o incluso te parezca imposible, seas capaz de relacionarte con alguien que te hace sentir mal como si te agradara. Te aseguro que le va a descolocar ;-). Y, una vez más, la mejor manera de que el otro cambie es que cambies tú.

Acepta a los demás como son.
Aceptar es dejar de luchar contra eso que te irrita. Es entender que esa persona no tiene por qué comportarse o expresarse como tú lo harías. O que sus valores y sus reglas no tienen por qué ser los tuyos. O que ella no tiene que cambiar para que tú cambies.
Puede que pienses que tienes derecho a ofenderte por el comportamiento de alguien, pero eso sólo pasa porque crees que las cosas tienen que hacerse como tú las harías. Y no, no es así. Yo también pensaba que alguien no tenía por qué gritarme, pero eso es lo que yo no haría. Y el otro no es yo, ni yo soy el otro.
Así que déjale ser como quiera ser y decide cómo quieres ser y sentirte tú cuando estés cerca.

Distánciate de las personas tóxicas
Y, si decides que no quieres estar cerca, toma distancia. Porque tienes derecho a decidir quién quieres que forme parte de tu vida. Céntrate en las personas que te agradan y te hacen sentir bien y aléjate todo lo que puedas de las otras.
Y si hay alguien de quien no puedes alejarte físicamente, siempre puedes tomar distancia emocional y afectiva. Por ejemplo, dejando de contarle lo que sabes que no va a apreciar.

Nunca olvides que da igual cómo alguien te trate. Da igual que te lance veneno. Da igual que escupa fuego por su boca… Tú decides si te envenenas. Tú decides si te quemas. Si no lo haces, si no lo coges, el veneno volverá a él.

Fuente: MV Blog

martes, 3 de enero de 2017

Conocerte, Defreds.

Tú no tienes ni idea de lo que significó para mi conocerte.
Tenía muchos miedos, seguramente como tú.
Pero hablar contigo, aunque solo fuera un rato, era quitármelos de un plumazo.
Desde entonces, sólo he imaginado poder besarte en cualquier ciudad. Da igual que no tengan encanto,
tú lo tienes todo en la mirada.

Cada noche deseaba que tus labios no rozaran otros.
Deseaba que ojalá pensarás en mí.
Y seguramente no sea la mejor, ni la más guapa.
Pero tengo ganas de demostrarte que, algunas veces, una presencia puede hacer temblar, aunque sea riendo en el sofá.
Y sé que un día te hablaré, te diré que vengas conmigo a cualquier parte, a cualquier apartamento perdido, donde, simplemente besarte hasta que se haga de día. Pasear, sentarnos al lado de un río. Reír. Demostrarte que puedo intentar hacerte feliz. Demostrarte que al escuchar tu nombre me giro.
Demostrarte que yo, al menos,
tengo ganas de quererte.

Autor: Defreds

lunes, 2 de enero de 2017

Despido el año, Allá Ella.


Despido el año, lo despido como se despiden las últimas historias, lo despido agradeciendo, despido los dolores, los dolores que dejó no verte.

Despido las historias que deja, recibo las que vienen, las que vienen contigo, despido las 29 que quedan, quedan los 29 vividos.

Tengo los pendientes, las ciudades, las miradas, la espera, tengo los impulsos, las renuncias, las ganas, te tengo.

Despido la intención de quedarme, me quedo con la intención de partir, parto con la fe del viajero, viajo con la mirada al infinito.

Que me perdone la coincidencia por esperarla, que me descubra la casualidad, que nos descubra juntos.

Despido las almas tranquilas, las buenas compañías, las labores cumplidas, despido los pasos, los trazos, los casos, despido fechas, memorias, halagos, recibo miradas, palabras, historias.

Despido instantes intactos, despido movimientos, esperanzas tardías, despido con fuerza, agradeciendo, despido segura, firme.

Bienvenidos los lugares, las miradas, las personas, los encuentros, las horas, las metas, las historias, los amores, las palabras, la música.

Bienvenido tú, bienvenidos tus trazos, bienvenido lo que traigas, bienvenido 2017.


Autor: Allá Ella.

domingo, 1 de enero de 2017

Desconéctate, In rainbows.

Desconectarse
Y mantener la energía ocupada en las flores, en el asfalto mojado, 
la sombra de las nubes y la luna;
la luna que nunca falta
Y dejar que la felicidad y el amor te encuentre riendo y respirando clorofila

O seguirles el juego y buscarlas en un intenso púrpura, 
En una sonrisa ajena, 
En un atardecer privado de estas tristes realidades
Que tanto mueven las masas. 
La gente no vive de recuerdos, 
Ni anillos, ni verdades
La gente vive porque siempre pueden sentir algo mejor que un orgasmo, que un primer beso al atardecer, en un parque.
El deseo impulsa, 
El pensamiento, 
El meditar y creer, crea vida
Tanto si crees en ello como si no,
En ambas cosas tienes razón, 
En ambas cosas, tú, que puedes pensar, y crear
Estás en lo cierto.

Y esto es lo verdaderamente lindo, 
Pensar que puedes,
Y poder, porque puedes pensarlo
Y asimilarlo a la realidad
Porque eres un poco más fuerte y no gastas esto en negatividad
Alimentando la monotonía y el porqué no tuve más suerte, 
O también
El agradecer simplemente porque la suerte no es lo tuyo
Eres un gran imán, 
Uno único, 
Poderoso, pero oculto
Cuando puedes utilizarlo,
Y ser por esta vez, consciente de ello
Pero no aquí, 
No mientras pierdes tiempo tecleando como loco, 
Como ahora, 
Como este mortal,
No importan realmente los motivos
Tú eres luz,
Energía y amor

Aunque sólo si eres consciente
Porque de ninguna otra manera, 
Podrás negar el pedazo de bazofia que yace ahí
Sólo un montón de letras
Y capítulos aburridos, 
De una vida aburrida
Y monótona
Un saco de mentiras
Que sigue un juego
Cuando conscientemente se conoce como falso
Pero ahí
Desgastando

Más masa afectada por la realidad

Autor: In rainbows