Señorita, enjuáguese el corazón...
Si lo sufre o lo llora, déselo vuelta, sacúdalo y póngalo en remojo. Limpie cuidadosamente los rincones que nunca vio aunque para eso sea necesario reencontrarse.
Ponga agua a la vida y un poco de hielo para extremar las situaciones. Enjuague una y otra vez sus capas de vida, así sabrá cuantas veces estuvo realmente sola.
Si ahora llora, solamente es necesario un poco de agua que moje un poco más su rostro, y verá cuán nada son sus lágrimas cuando se borran con el chapuzón.
Una recomendación: tire todo por la borda, el vestido, el maquillaje, la máquina de afeitar o, de ser valiente, esa maldita cera que la acompaña a todo lugar que vaya.
Le recomiendo reemplazar los silencios por risas y miradas por palabras. Sueños en lugar de mentiras y verdades en remplazo de la nada misma.
Cuando todo eso que le pese haya llegado lejos, muy lejos, cierre los ojos y relaje la mente... ¿puede ver ahora el motor de vida que lleva dentro?
Autor: Juan Ezequiel Bertolini
Cerrar ciclos, nada más liberador... Tirar todo aquello que ya no nos hace falta y obtener lo bello del HOY, que es lo único que tenemos. Hermoso!!! ��
ResponderBorrarExacto, uno de los actos que más cuestan, pero que siempre tienen su porqué a futuro. Y a disfrutar del hoy, cada día <3
ResponderBorrarGracias por leer Alice :3