En la saga de libros de J.K. Rowling, un joven llamado Harry Potter es de forma sencilla reconocible por la red social de magos y brujas donde vive, debido a que transporta en la frente una cicatriz con apariencia de rayo.
Lo llaman “el pequeño que vivió”. A Cinar Engin, quien surgió en Turquía con un corazón especial en la frente, además lo paran por la calle. La comparación resulta ineludible: por su mancha de nacimiento, el chico de 4 años es popular en el país otomano como “el pequeño del amor”.
Cuando surgió en Ankara, en octubre de 2015, sus padres Murat Engin (de 30 años) y Ceyda (de 28) se han quedado perplejos. Luego se emocionaron.
En un país con permanentes conflictos políticos y bélicos, un corazón representaba un enorme augurio. Al principio los médicos les advirtieron a los padres que la mancha de Cinar desaparecería con el tiempo.
Pasaron años tumultuosos en Turquía -un intento de golpe de estado en 2016, seguido de enfrentamientos armados y una purga masiva del gobierno de Erdogan. Al inicio los doctores les advirtieron a los padres que la mancha de Cinar desaparecería con el tiempo.
El pequeño creció y el corazón en su frente sigue intacto, tal y como se puede ver en su cuenta de Instagram (administrada por sus padres)
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