jueves, 23 de marzo de 2017

Confesiones, Olivia Ismael


Debo confesar que no soy una persona muy sentimental, que la mayoría de las demostraciones de cariño de mis contactos (en especial las que pecan de exageradas y dramáticas, al estilo Romeo y Julieta) me producen cierto rechazo, y que no soy de llorar por tonterías, porque mi mente siempre se centra en lo importante e irremediable, restándole importancia a lo demás...

Debo confesar que no tengo los típicos sueños de casarme y de tener hijos, y que en ocasiones fantaseo con viajar sola por el mundo, cargando un corazón repleto de parches y experiencias, porque aunque me llamo rebelde, he amado en más de una oportunidad...

Debo confesar que después de un fracaso estruendoso, desilusionada y confundida, no estaba en mis planes flecharme de un hombre que estuviera tan lejos; que nunca imaginé a alguien tan generoso y tierno, capaz de ponerse en segundo lugar con tal de complacerme; y más que nada, debo admitir que lo que menos pensaba, era llorar por miedo a perderlo alguna vez...

Sinceramente, nadie me tuvo jamás tanta paciencia, ninguno antes me abrazó con su poderosa calidez, y en resumidas cuentas debo reconocer que nunca recibí tanta atención y dulzura, entremezclada con pasión y locura, porque en mis años de vida nunca hallé quien me mirara con tanto amor...

Debo confesar que él puso mi mundo de cabeza con sus acciones, que hablan más de él que todas sus palabras juntas...

En verdad, debo confesar, que el futuro sabe distinto desde que llegó.

Autor: Olivia Ismael

2 comentarios:

  1. ese llorar por miedo es algo que aparece y causa mucho sentimiento de tristeza y es bno reconocerlo uno mismo y antes consideraba que se tenia q ocultar de la persona q te lo hace sentir y mantener la firmeza. Pero hoy ya no lo considero asi.

    ResponderBorrar