martes, 7 de diciembre de 2021

Mira bien de qué chica te enamoras, Dante Gebel

 

No te enamores de una chica inteligente, de una mujer que siente demasiado, que piensa y escribe mucho; tampoco la escuches o prestes atención a lo que dice, porque se meterá en tu corazón sin que te hayas dado cuenta. Ella podría reírse de alguna tontería en plena calle, cuando recuerde algún chiste o cuando decida ser ella misma en alguna reunión y convertirse en una persona interesante llena de cuentos y aventuras. Su risa podría ser muy franca y contagiosa; de hecho podría hacerte reír todo el tiempo; por cierto, además de genuina también es muy femenina, lo es con vestido de noche y zapatillas o con jeans y tenis, porque es mujer por su esencia y no por aquello que viste o calza; es natural.

Mejor disfruta de una chica trivial, simple, básica y en lo posible que tenga mala ortografía, ella te dará alegría sin sabor, de esa que no despierta emoción. Búscate una chica artificial que sólo se preocupe por su aspecto, de esas a las que les gusta mostrar únicamente su cuerpo; te vendrá bien en todas esas fotos y reuniones sociales. Enamórate de una chica que siempre te diga “Sí”, que no te contradiga en nada, de la que no pueda tener una opinión propia, créeme, será más fácil encontrarla, son de las que no dejan nada a la imaginación.

Deja de lado a aquella chica misteriosa, esa que es capaz de mostrar su lado salvaje cuando se siente cómoda y aceptada, porque será ese -aunque no lo creas- el momento en que resultará más atractiva que nunca. Aquella chica inteligente, que disfruta, que vive su autenticidad será todo un reto, mantenerla a tu lado no será sencillo.

Una chica inteligente sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer divertida, interesante, ocurrente. Esa que escribe hasta en una servilleta, será capaz de moverte algo más que el piso; en cambio, aquella chica que no escribe ni siquiera un papel para decirte cuánto te ama o que ni siquiera sabe enviar un mensaje de texto sin abreviar todo, será mucho más fácil de mantener a tu lado, llévala a fiestas, llenas de gente plástica que sólo asiste a aquellos lugares para que el ruido de la música les impida escuchar la tristeza y pobreza de sus pensamientos. Conquista a una mujer que no le guste pensar demasiado, ella será fácil a la hora de consentirla y hacerle regalos, para ella será cuestión de flores y chocolates, sin esperar más allá.

Porque ponte a pensar… si te enamoras de una chica inteligente, deberás escribir mucho, mantener una conversación o simplemente regalarle lo único que te exigirá siempre: “calidad de tiempo”. Ella necesitará que la enamores todos los días, hablándole, escuchándola, riéndose juntos; para ella cualquier regalo podría ser especial, pero nunca sabrás con seguridad qué es [cualquier regalo] porque ella retará tu creatividad. Este tipo de mujeres suelen ser muy pragmáticas y seguras, o te aman incondicionalmente o te dejan de amar para siempre.

En fin, enamórate de la que irrumpa en tus sueños cuando menos lo esperes, de aquella que te rete y te desafíe. Conquista a esa mujer que sin darse cuenta ya entró a tu cabeza, se metió en tu corazón y la imaginas en tu casa, contigo, a tu lado en medio del caos pero felices. Enamórala con frases inesperadas, con música que te conecte a ella, con deseos y mensajes que llegan a deshora sólo para recordarle que la extrañas. Enamórense.

Pero si descubres que ella es mucho para ti, porque reta demasiado tu mente y es única, corre a buscar a la chica superficial, que no lee, no escribe, ni piensa demasiado, la que no opina nada, nunca discute, la que a todo te dice que “sí”.

“No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma y mucho menos de una romántica que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una puesta de sol, el viento y no sepa vivir sin la música. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así; porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así… jamás se regresa.”                                                                                   ––   Martha Rivera Garrido

Autor: Dante Gebel

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