Crecer en
la pobreza significa esforzarte el triple para sacar a los tuyos adelante, pero
una madre no repara en los sacrificios con tal de que sus hijos no sufran carencias
y tengan todo lo que necesitan, incluido un futuro mejor.
Nancy es una mamá de Lima, Perú que, además de trabajar de día, sacrifica sus noches de sueño para barrer las calles de la ciudad y que su hija pueda terminar la universidad.
El amor no
descansa
En una
publicación de Facebook, la página de Volver relató que se encontraron a Nancy
cuando se disponía a ir por un café al inicio de su descanso, y los cautivó su
“sonrisa sacada de otra realidad”. Así que se acercaron para tomarle un par de
fotografías y descubrieron que la mujer trabajaba de sol a sol por la causa más
noble para toda madre:
Barro
la calle porque tengo que ver por mis bebés, lo hago con cariño por mis hijos.
A mi hija le falta menos de un año para acabar la universidad. Administración
estudia ella. Es buena, inteligente y con ganas de trabajar. A mí me faltan aún
20 cuadras para acabar mi jornada, pero me acuerdo de mi hija y no hay nada que
me detenga.
Calles limpias, corazón contento
En donde los demás vemos sacrificio, ella ve la oportunidad perfecta para demostrar su cariño incondicional, incluso disfruta su trabajo y le resulta satisfactorio mirar las calles limpias y saber que está contribuyendo a que eso sea posible.
Nancy
representa el amor de toda madre que está dispuesta a dar su tiempo y fuerzas
por su familia.
Conocí a
Nancy justo cuando se disponía a tomar un receso y un café. Debo decir que me
dió una lección muy grande esa noche. Su sonrisa era sacada de otra realidad y
su corazón tan puro como el de una niña.
Volveré y
la enseñaré lo linda que sale en sus fotos y le recordaré lo buena madre que
es.
Nancy.
Cruce
México con Andahuaylas.
00:45 am
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