Fanática
de las extensiones de pestañas desde hace casi un año, la enfermera brasileña
Valéria Campos nunca imaginó que podría desarrollar algún tipo de alergia al
realizar el procedimiento.
Sin
embargo, cuatro meses después de hacer el mantenimiento de estos hilos postizos
-cuando volvió al salón para ponerse solo las pestañas que se le habían caído
con el paso del tiempo- notó que algo andaba mal.
La
enfermera relata que tres horas después del procedimiento, sus párpados
comenzaron a enrojecerse, hincharse y doler.
"La
profesional utilizó los mismos materiales a los que yo ya estaba acostumbrada.
Pero con el paso de las horas, el ojo se me hinchaba y me dolía cada vez
más", recuerda Valéria.
Como era
sábado por la noche, tuvo que esperar hasta la mañana siguiente para volver al
salón a quitarse las pestañas postizas.
Después de
retirárselas, fue a la sala de urgencias de un hospital de Belo Horizonte
(Brasil), donde fue derivada para atención oftalmológica de urgencia.
"Prácticamente
no pude dormir esa noche, eran las 3 de la mañana cuando me desperté y ya no
podía abrir los ojos. Según el médico, tenía una infección, pero no sabía si
fue por el pegamento o la pestaña sintética que se usó", añade.
Para
recuperarse por completo de la infección, Valéria necesitó antibióticos durante
siete días. Aunque el problema no afectó su visión en absoluto, dice que sus
pestañas naturales no volvieron a crecer ni tener el volumen anterior al
procedimiento de extensión.
"La
cantidad de pestañas que tengo ha disminuido porque tuve mucha pérdida
de pelos naturales", concluye.
Hilos
sintéticos
Debido a
que encuentra hermosas las pestañas largas y voluminosas, la estudiante de
psicología Adne Lucilla Carvalho Santos decidió realizar el procedimiento de
extensión con hilos sintéticos por primera vez en julio.
Lo que no
esperaba era que tendría una reacción alérgica.
Minutos
después de terminar el procedimiento, la universitaria recuerda que empezó a
sentir molestias en los ojos. Los primeros síntomas de la infección fueron
enrojecimiento y ardor.
"Sabía
que no era normal sentir ese dolor y al día siguiente tenía una llaga en el
ojo. Busqué atención oftalmológica y el médico me advirtió sobre los peligros
de usar extensiones de pestañas. Tenía que tomar antibióticos y usar un
ungüento para aliviar el dolor y la irritación", recuerda.
Imaginando
que la alergia se debía a un producto específico utilizado por la profesional
que le puso las pestañas, después del tratamiento Adne buscó otro salón para
volver a colocar las extensiones. Pero una vez más tuvo una reacción alérgica.
"Me
desperté de madrugada y no podía abrir los ojos, fui al baño y vi que estaban
muy pegados y con mucha secreción. Tuve que volver a usar el medicamento y vi
que tener extensiones de pestañas no es para mí", añade la estudiante
universitaria.
Extensiones
de pestañas y sus riesgos
El
procedimiento de extensión de pestañas no es más que "pegar" hilos
sintéticos o de seda a cada hebra de la pestaña natural, haciéndolas lucir más
largas y voluminosas.
Para este
tipo de procedimiento se utiliza un pegamento especial.
"Si
es posible, haga una prueba con la sustancia que se usará en la extensión,
especialmente aquellas personas que tienden a tener irritación al usar
productos químicos", explica la médica Ediléia Bagatin, coordinadora del
Departamento de Cosmiatría Dermatológica de la Sociedad Brasileña de
Dermatología.
"Esta
prueba generalmente se aplica en la región interna del brazo y no en el ojo. Si
después de tres días no presenta ninguna reacción alérgica, la persona puede
hacerlo con un poco más de seguridad", añade.
Aunque
parezca inofensivo, el uso continuado de pestañas postizas, la falta de una
adecuada limpieza y cuidado pueden ocasionar varios problemas, que van desde
la caída natural de los pelos que protegen los ojos,
dejándolos expuestos y desprotegidos, hasta patologías más graves como las
úlceras corneales.
"Las
pestañas tienen la función de proteger los ojos de la entrada de luz, polvo y
otros fragmentos que quedan suspendidos en el aire. Allí se depositan a diario
partículas y residuos de posibles alérgenos. La complicación más común asociada
a las extensiones de pestañas es la blefaritis, seguido de conjuntivitis
alérgica, lesiones en la córnea, caída o rotura de pestañas naturales",
explica Claudia Del Claro, oftalmóloga miembro del directorio de la Sociedad
Brasileña de Oftalmología.
El
pegamento utilizado es un factor muy importante para evitar alergias y
problemas como la queratitis (quemaduras químicas).
Además,
los pelos falsos requieren más atención con la limpieza: las impurezas aumentan
el riesgo de contaminación ocular.
"Para
intentar minimizar las complicaciones, está indicada la limpieza de párpados y
pestañas con un producto específico no graso, o incluso con un champú neutro,
dos veces al día. Es muy habitual que los pacientes eviten lavarse las pestañas
por miedo a que se les caigan las extensiones, pero es todo lo contrario. Las
extensiones de pestañas se caen prematuramente cuando no se limpian",
agrega Del Claro.
¿Qué es la
queratitis y la blefaritis?
La
colocación o el mantenimiento inadecuados de las extensiones de pestañas, o
incluso el mal uso de estos hilos postizos, pueden desencadenar algunas
enfermedades oculares.
Esto se
debe a que en la región de las pestañas también hay varias glándulas encargadas
de la lubricación de los ojos, que pueden verse afectadas después del
procedimiento.
La queratitis,
una de las afecciones más comunes, se caracteriza por la aparición de pequeñas
heridas superficiales que pueden surgir por el traumatismo directo del
pegamento utilizado para alargar las pestañas con la superficie ocular.
Estas
lesiones, aunque superficiales, son bastante dolorosas y suelen ir acompañadas
de sensación de tener algo en el ojo, lagrimeo, enrojecimiento e hinchazón del
párpado.
La blefaritis es
una inflamación del párpado que provoca enrojecimiento, picor y acumulación de
secreción. En esta enfermedad, la grasa presente en las lágrimas humanas se
acumula en el párpado, aumentando el riesgo de que se desarrollen bacterias
allí.
"Al
notar alguna molestia después de la colocación de las pestañas, lo primero es
lavar el área con solución salina para eliminar posibles contaminantes que
hayan llegado al ojo", señala Patrícia Akaishi, oftalmóloga del Hospital
de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo en
Ribeirão Preto.
"Y si
el problema persiste, es recomendable buscar ayuda médica para asegurarse de
que no quedan residuos de pegamento o hilos en la superficie ocular e iniciar
un tratamiento", añade.
Además, el
uso de extensiones de pestañas durante mucho tiempo puede afectar la formación
del arco de los mechones de pelo natural, lo que hace que ya no se alineen
correctamente. Esto se debe a que el material utilizado en las extensiones es
más pesado que los pelos naturales.
"Yo
particularmente no recomiendo el uso de extensiones de pestañas porque es un
procedimiento con un alto índice de complicaciones, que puede llevar a la
pérdida permanente de las pestañas, que son tan importantes para la protección
de los ojos. Incluso el pegamento puede llegar a los ojos, dejando secuelas
permanentes en la visión", agrega Del Claro.
Qué hacer
en caso de irritación
·
Enjuague el ojo con agua corriente limpia.
·
Limpie el ojo con solución salina.
·
No se frote el ojo (si tiene una herida, puede empeorar).
·
No intente quitar ningún objeto que esté dentro del globo
ocular.
·
Busque ayuda médica.