sábado, 31 de diciembre de 2016

Propósito, Autor desconocido.

Mi único propósito:
dejar la autodestrucción,
y volver a ser yo.

He decidido dejar
definitivamente
mis malos hábitos.

Esos que tan feliz me han echo de niña,
pero tan vacía me han dejado como mujer.

Para que me entiendas,
voy a dejar de ser esa puta loca
que defiende cada acto
con su teoría de "actuar por impulsos",
y voy a sustituirla
por pensar en un futuro.

Y por supuesto, he de decir
que gracias a esa puta locura
lo he pasado siempre en grande
con gigantes.

He conocido a personas maravillosas,
que aunque no sigan presentes,
yo nunca las olvido.

He experimentado el mayor dolor de panza
por no poder parar de reírme
durante días
sin dormir.

He tenido las conversaciones más profundas
con la gente más extraña
que he conocido jamás.

He tenido amores tan intensos
como fugaces.

He sentido dolor de felicidad
por escuchar mi canción
en un bar

He tenido la sensanción de tenerlo todo,
absolutamente todo,
al ver a mis mejores amigas
más radiantes que nunca
en una playa paradisíaca.

He volado a lugares inimaginables
sin tan siquiera moverme del sitio.

Y si les parece poco,
además de todo esto,
también me enamoré.

Me enamoré de su risa,
de sus rarezas,
de la manera que tenía de mirarme,
de cada gesto que regalaba,
y hasta,
en un desesperado momento,
de su final.

Pero como todo,
hay otra cara en la moneda.

Y, he de decir,
que esta cara me ha pesado más.

Porque conocí a gente
por la que hubiera dado todo,
y con eso fue con lo que me quedé,
nada.

Porque experimenté el bajón
de cuatro días,
por uno de felicidad.

Porque obtuve las discusiones
más degradantes
al no saberme llevar.

Porque tuve amores
tan simples,
que seguramente,
en mi sano juicio
no hubieran surgido jamás.

Porque sentí vacío y soledad
rodeada de personas
en algún buen bar.

Porque volé tantas veces,
que me dejé en evidencia

Y, si les parece poco,
además de todo esto,
también me enamoré.

Me enamoré de la relación más insana,
con la persona menos indicada,
en el momento menos apropiado.

Pero ya está.
Se acabó.
Y me empecé.

Me empecé
para volverme a enamorar...

Pero esta vez,
de mí.

Y desde entonces,
todo está saliendo bien.


Autor desconocido

viernes, 30 de diciembre de 2016

Recen por mí; estoy enamorada; Olivia Ismael

Recen por mí, estoy enamorada.


Mi corazón se enganchó de un hombre histérico que no sabe lo que quiere. Me desesperan sus idas y vueltas, me enloquecen sus contradicciones, cuando lo busco me ignora y cuando pretendo olvidarlo me llama. Es encantador cuando me empeño en aferrarme a sus defectos como método de defensa para alejarme y sabe hacerse lugar en mi pecho aunque quiera volverme de piedra. Por momentos es tierno, y me llena de besos y regalos, pregunta por mi día, me toma de la mano y me dice suya. Por momentos desaparece y no contesta mis llamadas, sale a fiestas y se olvida de mi existencia.


                         

No conozco sus pensamientos, no comprendo lo que siente, pero a pesar de las ausencias nunca se va del todo.
Golpea a mi puerta y me tiene dispuesta a lo que sea: conoce mis puntos débiles y mis gustos. Sonríe y se desmoronan todas mis barreras, sabe que lo amo y se aprovecha…
Se recuesta sobre mi pecho y me habla de su infancia, dibuja círculos en mi vientre y me pide que nunca me vaya. Me confiesa cosas increíbles y suspira mientras yo lo miro como si fuera magia…

Recen por mí, porque estoy enamorada de alguien que no sabe lo que quiere…


Autor: Olivia Ismael

jueves, 29 de diciembre de 2016

Mañana, Bipolaridad Momentánea.

Mañana te voy a dar los últimos buenos días.
Mañana va a ser el último día en que me voy a permitir quererte…
Si, mañana te lo diré. Hoy te lo escribo aquí donde quizá nunca lo puedas leer.
Lo redacto porque te amo y por todo eso ya no deseo tenerte. Porque ya no quiero vivir en el insomnio.
Ya no quiero gastar mis tardes esperando tu llamada.
Me rehusó a pensar que yo no puedo hacerte feliz.
Ya no quiero darte culpas; por no corresponderme.
Con solo ese segundo donde observe tu consecuencia observándome con cinismo.
Esperando y creyendo que llegarían tus labios algún día a besar mi locura de amarte desde tu ausencia.
Mañana te diré; que a veces no me basta el tiempo para extrañarte demasiado…
No me bastan los días para devorar los recuerdos de nuestros cortos; muy cortos días.

Estuve aquí; estuve el tiempo necesario por si acaso decidías amarme; por si necesitabas compañía.
Quizá no bastó, quizá no fui lo suficiente.
Quizá simplemente tuviste miedo; que más da…
Mañana se termina. Mañana me despertaré y te daré como siempre el desayuno; te diré que te quiero y que al probar tus aliento me hiciste sentir que un sueño lejano se hacía realidad.
Te diré que me has hecho sentir esto de nuevo y que no lo olvidaré de por vida y que aunque el olvido alcance, mi presencia jamás lo haré.
Mañana te diré que te pensé, te pensé, te pensé más que lo demasiado;
Que sometí mi mente a un desvelo y que consentí todos tus silencios aunque destruyeras mis sueños contigo…
Pero el amor es así y probablemente no alcancé a decirte que mi cuerpo temblaba en tus brazos; que mis manos tenían tu piel tatuada en los dedos.
No alcancé a decirte que amo tus instintos; que amé tu mirada cuando te tuve tan cerca cuando rocé tus labios.
No alcancé a decirte que te amaba desde la paciencia de un deseo y que vivía pendiente de tus silencios escuchados aunque sea por teléfono.
Estuviste protegido por mi parte; me tenías despierta yo estaba ahí, en mis noches de insomnio en mis noches en vela.
Y escribirte más ya no puedo y me place el orgullo decirte que:
Te amo con tu desamor de testigo.
Así bien; ya está decidido mañana te quitare un peso de encima;
Esta listo; no quiero que pienses ya más en qué decirme o cómo hacer para que entienda que no me quieres por igual.
Y aunque no te vuelva a ver jamás.
Ahora agradezco el tiempo que te tuve aquí conmigo. Así que cierra tus ojos…
Porque mañana te voy a dar los buenos días; serán los últimos que te dé.
Porque ya no quiero quererte porque ya no quiero comprometer a tu mente con pensamientos que no desea tener;
Y debes entender que esto en especial es… porque TE AMO ♥


Autor: Bipolaridad Momentánea


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Despedida, AlternoAmor.

Porque hoy decidí que era tiempo de dejar de soñar contigo, de contar los días que nos unían, las fechas importantes para los dos, hoy elijo cualquier día para empezar, para no extrañarte, para que el recuerdo no me duela. Hoy, un día cualquiera de un mes cualquiera, ya no lo hago por ti, lo hago para mí y por mí; decido decirte adiós, porque lo necesito, es tiempo.
– Comenzar, AlternoAmor. 

Hoy en un día cualquiera, me despido de está imagen que ha significado tanto para mí desde hace 2 años que la encontré en internet, y 2 años antes cuando lo conocí, también. Cuatro años en total de una historia que fue amor, amistad, complicidad, fue tanto en mi vida que quizá fue que por eso no quería dejarlo ir. No es mía la frase, ni la ilustración, pero la hice mía, me la tatúe en la mente y el corazón, como sólo a él le he permitido instalarse en mí. Me identifiqué tanto, porque cuando la vi por primera vez, creía yo no sabía amar, como lo dice la imagen. A quién amé, me dijo una vez que no había sabido amarle, que yo sólo amaba la idea de estar enamorada, pero que eso no era amor, que por eso no se había quedado a mi lado; y me lo creí, creía que podría haber dado más de mí para que él se quedara a mi lado, para no haberlo perdido. Subí la imagen un 24 de octubre, esa fecha que siempre quedará en mi memoria, el día, a la hora que lo conocí y ese recuerdo en el que me reconocía, me tenía atrapada en el pasado, por eso no era capaz de cambiarla, porque sentía que traicionaba lo que sentía, está imagen, podría ser una de las más de diez mil que he publicado, pero no, está imagen era yo, esa mujer que no sabía amar, pero que hasta ahora me doy cuenta que no era a él; más bien no sabía amarme a mí y tomar la decisión de seguir adelante sin él. Hoy estoy en ese proceso de cerrar el ciclo y por ello me atreví a dar vuelta a la imagen y dar por terminada está historia. Nuestra historia. 

Autor: Alterno Amor.

martes, 27 de diciembre de 2016

45 días, Bryan Aguilar.

Un mes y catorce días.
—  45 días,

Te esperé, 
Ahí iba a estar, esperando, muriendo hasta que llegaras de nuevo y con un te quiero B, revivieras mi alma que caía con tu indiferencia.
Te quería.
Te  seguía amando como aquél primer día en que te lo dije, incluso más.
Te lloré,
¿Una par de veces? Mi amor, fueron 17 con cada recuerdo, con cada vez que veía tu fotografía por accidente entre mis conversaciones, o cuando me torturaba directamente buscándola,
Te soñé,
Cuando miraba nuestra primera conversación,, cuando veía tu “Me gustaría enseñarte lo bonito que es el amor”, antes de dormir, me seguía torturando al soñar con “lo que pudo ser”,
Te escribí,
Me dejaba ir en un pedazo de papel manchado con la tinta que representaba la sangre de mi alma dañada, oscura y fuerte por el resentimiento del mal amor,

Te maldije,
En vano todo, porque mi corazón y mi mente, no creían las patrañas que el dolor creaba en mi,
Te recordé,
A estas alturas, el dolor era malditamente fuerte, me punzaba el corazón, era como alcohol en carne viva, ni el whisky ni el bourbón aturdían esa sensación de pensarte y desearte pero no tenerte, deseaba borrar mi memoria,
Te olvidé,
Mejor dicho dejé de recordarte y aprendí que mi amor debe ser correspondido, eso no cambia que te siga queriendo y que muy a veces te recuerde pues dejaste una marco dolorosa, pero muy bonita en mí.

Princesa, te quiero y te deseo lo mejor, porque alguien que hace sentir de esa manera que solo tú sabes, lo merece, hasta algún día o en otra vida.

Autor: Bryan Aguilar

lunes, 26 de diciembre de 2016

Mujeres que son aves, Carlos Cortés.

ESTANCIA
Le haces el amor,
te la coges,
te la das,
¿y qué sigue?
Sigue cada uno cambiarse de ropa,
tomar una ducha
porque aún hueles a piel ajena.
Si es motel, cada uno por su lado.
Si es tu casa, toca tender las sábanas.
Si la quieres,
le preparas el desayuno.
Si aún no la quieres,
síguetela cogiendo,
eventualmente le tomarás cariño.
Si aún no sabes cómo le gusta el café,
cómo le gustan los besos,
sus zonas sensibles,
si no sabes
esos problemas que la acogen,
sus miedos más profundos
o sus sueños,
en definitiva, aún no te la coges lo suficiente.
Si se va de madrugada
o en la mañana,
no te confundas,
no lo hace por protocolo
o porque esté ocupada,
simplemente no tiene ganas de quedarse.
Si compartes cama con una mujer
y no vuelve,
algo estás haciendo mal
y no tiene nada que ver
con el tamaño de tu miembro
o cómo coges,
sino quizás no la comprendes,
no la escuchas,
no la haces reír
o no se siente segura contigo.
Es que así es,
hasta las que se autodenominan putas
tienen al menos una cama
a la que siempre regresan,
una casa donde pueden despertar
con su desayuno favorito,
un café,
una sonrisa
y la seguridad de que ahí,

siempre será bienvenida.
 



A las mujeres siempre hay que tratarlas con cariño,
aunque digan que no le gustan esas cosas,
aunque se las den de muy cabronas.
La cosa va así,
te la coges como si la odiaras,
pero despiertas como si la amarás,
pregúntale cómo le gusta el café
y pídele que se quede,
que hay mucho tráfico,
que afuera está lloviendo
o yo qué sé.
Invéntate una excusa cualquiera,
ofrece una de tus camisas como pijama,
recuéstate a su lado,
dale su café,
mírala a los ojos
y hazle preguntas hasta que te canses.
Te puedo asegurar,
que una vez que empiece,
no vas a hacer que se calle,
porque siempre se la habían cogido y ya
ningún hombre se preocupó por la mañana.
Eventualmente tendrá que irse como todo lo bueno que llega a nuestra vida,
y se irá con los ojos brillando,
con una sonrisa que no se la aguantará nadie.
Regresarás a tus hábitos,
a tus quehaceres,
a tu vida que ahora se siente diferente,
pero no pasará mucho tiempo,
tu teléfono vibrará
y será ella en forma de mensaje,
un mensaje que las cabronas no mandan:
"Te extraño ",
así
a secas,
y no sabes cuánto le costó escribirlo.
Entonces tiendes tu cama,
preparas la cafetera
y sonríes
porque es inevitable
no quererla,
aunque sea un poquito. 

Autor: Carlos Cortés - Mujeres que son aves.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Regalo de Navidad, MIMISGG.

Hoy por ser navidad te quiero regalar…
Un rayo de luna que te dice
lo grande de mi amor
tan grande como esa luna
que tienes frente a tus ojos

La estrella más brillante
de ese firmamento que vemos los dos
al mismo tiempo en nuestro lugar
esa bella estrella te hace saber
lo infinito de mi amor...

El soplo del viento fresco
en esta noche especial
noche plena de luz y esperanza
soplo fresco que te entrega
mi más cálido beso
que te hace llegar mi apoyo y compañía
en tus momentos de soledad y desesperación

En el niño Dios que hoy nace
te quiero entregar amor mío

¡MI VIDA ENTERA!

Ese ser pequeñito que hoy nace…

Nacerá en tu corazón y en el mío
y nos entregará la esperanza
que le hemos pedido

Él en su infinito amor
Llenará nuestros corazones de
esperanza para poder seguir
en este sendero que la vida nos ha impuesto
y con el bello regalito que nos ha entregado
lograremos llegar al final de este penar
y podremos dar testimonio
de su infinito amor

Ven cariño mío...
ven a mis brazos y déjame abrazarte
tan cálida y amorosamente
como nunca nadie te ha abrazado

Déjame estar así mi amor
abrazándote siempre
para que juntos caminemos
hacia tu libertad y salvación

Te amo mi vida,
Te amo y te espero
¡Así en ello me vaya la vida!

Te espero hasta mi final...

Te amo

En esta Navidad y para siempre
te regalo lo único que tengo para ti


Te regalo mi amor…

Autor: MIMISGG


sábado, 24 de diciembre de 2016

Navidad en amor a distancia, Tavata.

Muero de emoción
al quererte tener en mis brazos,
refugio de tus días de angustia
en estas fechas tan especiales
tan solo y triste sin el calor
de mis caricias y el sabor de mis besos…

Quiero ofrecerte en ellos cobijo,
clamor de mis sueños,
con mis manos cálidas sentir
que brindo en caricias,
con mis labios de fuego
besos tiernos, apasionados,
de este amor que te añora
en la distancia cúmulo de querellas,
por amarte hasta las estrellas…

Amor mío en el suave beso,
quiero darte mi aliento,
desde mis adentros,
creando la sinfonía,
al soplo de vida,
que cristaliza en la distancia
en espera de unir nuestras sendas…

Ahora en este instante,
donde me abruma tu ausencia
Amor mío quiero decirte,
que levantaré mi copa al cielo
para brindar por ti y por mí,
para mí no estás en la distancia
porque vives y moras en mi alma.


Sin embargo pido,
como lo hacemos todos
en esta Navidad,
quiera el Dios del cielo
darme el regalo más preciado,
y que tanto anhelo
un tierno beso ardiente y real
en mi boca sedienta,
de mi amor en la distancia…

Un beso, tan sólo eso quiero

¡Un beso!
¡Feliz Navidad!
Tuya...

Autor: Tavata

viernes, 23 de diciembre de 2016

Porqueitis, Alberto Hidalgo.

La tendencia que mucha gente (la mayoría) tiene de preguntarse el por qué otra persona hace o deja de hacer algo, es el tipo de preguntas que te haces es muy habitual, en la mayor parte de la personas cuando, alguien que nos interesa, no actúa como nos gustaría. En esas situaciones tenemos la costumbre de preguntarnos cosas como: 
“¿Qué pasó?, ¿sólo quería jugar?, ¿se asustó?, ¿se alejó?”
Pero vamos a analizar la peligrosa trampa de la “porqueitis”…
Sigamos su juego… al hacernos esas preguntas “lógicas”, tocaría responder y establecer hipótesis:
1) “Él hace eso porque no le gusto realmente”.
2) “Le gusto, pero tiene miedo a cortar con su novia”.
3) “Puede que esté esperando a que yo actúe y me lance”.
4) “Quizás he hecho algo que no le guste”.
5) “Puede que sea mi perfume, es demasiado fuerte”.
6) “A lo mejor, sólo quiere sexo y él sabe que yo no”.
7) “Puede que sea porque él es muy independiente”.
8 ) “A lo mejor es homosexual y está aparentando otra cosa”.
9) “Creo que se está riendo de mí”.
10) “Quizás tiene un problema sexual y no se atreve a decírmelo”.
11) “Debe ser porque está pasando un mal momento en su vida”.
12) “Puede que le guste, pero que sea tímido”.
13) “Tiene un lío en la cabeza que no se aclara ni él mismo”.
14) “Es porque es un inmaduro que no sabe lo que quiere”.
15) “Está esperando a que pase un tiempo para ver si aclara sus sentimientos”
… y así podría seguir todo el día… y parte de mañana escribiendo posibilidades…
¿Ahora qué tocaría? Decidirse por una de estas hipótesis, ¿verdad?
Pero claro cómo saber la buena si no estoy dentro de la mente de la otra persona. ¿Se lo pregunto? Si lo hago, puede que no me quiera decir la verdad, o puede que ni él mismo sepa por qué hace lo que hace.
Supongamos que viene un “listillo” (alguien que crea saberlo todo sobre el porqué de las conductas de las personas) y se atreve a asegurar que no te llama, por ejemplo, “porque no le gustas realmente”. Si tuvieras la certeza absoluta (cosa imposible) de que es por eso…, ¿no hay más alternativa que rendirse ante ello?
Resumiendo, NADIE puede asegurar qué pasa por la mente de las personas (solo hipótesis, no certezas) y si se pudiera, DARÍA IGUAL, porque al final lo importante no es lo que el otro piense, sino cómo respondes tú ante lo que el otro hace o no hace (sin necesidad de saber lo que el otro piensa).
¿Cómo combatir esta enfermedad, la de la “porqueitis”?
1) Sabiendo qué quieres tú (no perder ni un segundo en “adivinar” lo que el otro quiere o está pensando).
2) Actuando para conseguirlo.
3) Si tu acción no tiene éxito, no hay preguntarse por qué el otro no ha reaccionado como se esperaba, sino actuar con otro plan que creas beneficioso para tener éxito.
1) Ese chico te gusta, pero él no responde como te gustaría, aún así, lo cierto es que tú quieres estar con él (esto es definir con claridad lo que tú quieres, no estar ahí divagando sobre lo que el otro quiere o deja de querer).
2) ¿Qué vas a hacer para conseguir lo que TÚ quieres, que es estar con él? (aquí te decides a actuar, no esperas adivinar qué diablos le ocurre, al menos que quieras caer en la “por-que-itis”).
Alternativas (las escribes), por ejemplo:
a) Voy a ponerme sexy.
b) Voy a tocarlo más a menudo, provocándole un poquito.
c) Voy a ponerlo celoso flirteando con otros delante de él.
d) Voy a dejar de llamarlo para que me eche de menos.
e) Voy a hablar menos con él, sólo un saludo y una sonrisa pícara, para despertar su interés.
f) Voy a usar estas y alguna otra de las técnicas de seducción que se ofrece en esta web.
3) Si tu plan no funciona, NO te preguntarás más los porqués adivinatorios, simplemente seguirás actuando con otros planes alternativos hasta que alguno funcione mejor.

La vacuna de la “porqueitis”, es cambiar el “por qué ÉL/ELLA…” (le das el mando de tu vida al otro)  por el “cómo TÚ vas a afrontar, o responder ante eso” (tomas tú la responsabilidad).
Hay una sola cosa mala de la vacuna de la “porqueitis”, que toca ser activo/a, toca fijarse más en uno y dejar de fijarse en los demás, toca tomar el mando de tu propia vida. No todo el mundo se atreve… algunos prefieren seguir en la enfermedad… es más cómodo.

Autor: Alberto Hidalgo.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Por si acaso piensas en quedarte, María José Carrasco.

Si te quieres quedar, ven, toma mi mano y déjame mostrarte lo mejor y lo peor de mí. Pero debes saber que pondré el cielo y el infierno a tus pies, una y mil veces.
Alguien alguna vez me dijo que siempre siento y vivo todo al cien, y es cierto. Cuando me enamoro, me enamoro con todo y me muero en la raya por esa persona, así que jamás podrás dudar de lo que siento.
Si piensas estar aquí tienes que saber que, posiblemente te voy a escribir cartas de lo más cursis, te diré mis secretos y sueños al oído. Y por supuesto que también te daré ese lado pervertido que habita en mí persona.
Pero también tienes que saber que, quiero un amor que de tan sólo al pensar en esa persona me haga vibrar no solo el corazón, sino también el alma, que haga que me brillen los ojos, la sonrisa y hasta la vida. Un amor que me haga querer ser mejor, siendo yo misma, que me ame con todo y por todo lo que soy o no soy y lo que jamás voy a ser. Un amor sin prisas, de esos que te pones en la puntita de la lengua y se saborean y disfrutan despacito y con cada parte de tu ser. Un amor que no le importe ser cursi, y que demuestre con hechos, lo que dice con palabras. Algo que sea de dos y no haya espacio para inseguridades y terceros, cuartetos o quintetos. Un amor de equipo, porque si llegamos a estar juntos seremos eso, un equipo.
Un amor lleno de eternidad y sinceridad; porque ya no quiero más amores fugaces. Sabiendo que las cosas ya no duran, quiero un amor que dure hasta la muerte, mi muerte, tú muerte, ¡la muerte de quien sea!, pero que dure. 

Quiero quedarme en casa a ver películas y a mitad de éstas empezar a abrazarnos, que me beses el cuello y bueno…tú sabes que viene después. Un amor que me mire como si se hubiera ganado la lotería. Un amor que me haga sentir la persona más segura del mundo estando entre sus brazos, y que viva conmigo ese momento, sólo dejándonos ser. Un amor que me haga levantarme todos los días con una sonrisa de oreja a oreja, y diciéndome a mí misma lo afortunada que soy porque estemos en nuestras vidas. Un amor al que no le importe mis niñadas, porque vaya que soy muy simple, y aún mejor, que se ría conmigo o de mí, pero que disfrute de verme ser tan plena cuando soy feliz y disfruto de la vida. Un amor que me coma a besos, que me quite las dudas con abrazos tan fuertes que no quepan signos de interrogación, y se lleve los malos recuerdos con caricias sinceras, de corazón a corazón.
Un amor en el que no haya espacio para orgullos.
Alguien a quien no le importe mi pasado y lo estuviera antes de nosotros, que me quiera aun en mis momentos más confusos y difíciles, porque ahí es cuando más lo necesitaré a mi lado. Un amor que sepa que habrá obstáculos en nuestro camino, pero que quiera estar ahí para superarlos juntos. Un amor que aun sin tocarnos, nos hagamos sentir el brillo de todas las estrellas brotando desde lo más profundo de nosotros. Que no solo sea mi pareja, sino también mi mejor amigo, alguien con quien pueda reír, llorar y hasta salir de fiesta sin miedo, pena o freno alguno. Quiero estar con alguien que, aun cuando yo sea lluvia me haga volverme el más bonito atardecer, y que busque pretextos sólo para verme feliz.
Por primera vez en la vida, quiero encontrar alguien que tenga miedo de perderme.
Un amor donde sólo seamos dos, y pudiendo elegir a cualquier otro, siempre decidamos elegirnos a nosotros. Algo donde sepamos que no somos ni vamos a ser perfectos, algo que sí, va a tener errores, heridas y puede que hasta grietas, pero que a pesar de eso parezca que no hay nadie mejor. Alguien que me haga sentir de cabeza y en la luna, que cuando pase mis dedos por su espalda sea como recorrer sus estrellas y cuando nuestros cuerpos se juntes me inunde con sus galaxias. Un amor que me arranque los miedos de raíz, apretándome con fuerza contra su cuerpo, viéndome a los ojos solo para decirme todo sin pronunciar una sola palabra y llenarme de calma la vida.
Quiero poder compartirme con alguien que quiera estar aquí y quedarse a ver todo lo que puede venir.
Si piensas quedarte, puedes tener la certeza de que todo será mutuo. Que te voy a amar y a valorar en todo momento, y que ya no seremos ni tú ni yo, sino nosotros.

Autor: María José Carrasco

Enamórate de ti... y después de alguien más, Karla Galleta.

"Nunca pienses, ni por un momento, que necesitas a alguien para atraer luz a tu vida, esa la tienes dentro de ti, lo único que necesitas, es tener el valor de tomarla."
– Karla Galleta
Cuando hablamos de amor propio es común que la mayoría de las personas, casi de forma automática, afirmen amarse hasta el infinito y más allá, pero indudablemente son muchas más las que, ya sea de manera consciente o inconsciente, siguen buscando ese amor que no han sabido darse ellas mismas, en alguien más. Quizás es porque desde pequeños nos han ido generando ideas absurdas, como el que alguien nos tiene que complementar o salvar, pero por mucho que busquen, no va a funcionar si no llegan a entender que para amar y poder ser amados, la clave es y siempre será, el amor propio.

Y es que si lo ves por el lado más corto y más cómodo, tiene cierta lógica. Qué flojera salir adelante por tu propia cuenta ¿verdad? Con tantas heridas que vienes arrastrando desde tu infancia, tanto dolor por las batallas perdidas y miles de mierdas más a las que te ha tocado enfrentar, tu vida es un total caos y lo único que necesitas es alguien que cambie todo eso. Que llegue alguien y por arte de magia sane todas esas heridas, que se lleve la oscuridad y pinte tu mundo de colores, que te haga ver que el mundo no es tan malo y te haga muy feliz. Y, seguramente, hasta lo has encontrado. Al comienzo todo ha sido muy hermoso, pero por alguna razón que no entiendes, tu vida sigue siendo un asco. Pero no importa, esa persona lo cambia todo… ¡Qué viva el amor!

¿Te has puesto a pensar que esto, quizás, es sólo un escape? Que quizás es la droga que cura los síntomas, pero nunca la enfermedad. Que tu “gran amor” es sólo un objeto mágico que te hace olvidar todo por un tiempo. Que de la manera más egoísta lo estas utilizando para intentar suplir tus necesidades reales. Que en realidad no le amas, sino que lo necesitas, lo usas, lo ocupas. Créeme, eso no tiene nada que ver con el amor.

Este tipo de creencia va muy ligada a las personas que creen en la famosa idea de la media naranja. Y no importa si tienes un buen trabajo, una buena casa, sueños cumplidos, amigos, familia que te quiere, dinero, etc., porque si no tienes a tu otra mitad ¡A la chingada todo!… ¿Perdón? ¿No se te olvida algo? Algo así como lo principal… algo que se llama ¡“amor propio”!


Tristemente hemos olvidado nuestro lugar en el mundo. Se nos olvida que el amor más importante, más real y duradero que nos acompañará hasta el final de está vida, es el que tenemos por nosotros mismos. Querernos nos garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de afrontar. Y si no lo entiendes así, sólo te proyectas ante los demás como una persona necesitada de cariño y afecto. Una persona sin amor propio no tiene amor para dar, y de la misma forma, le cuesta recibirlo por lo que termina conformándose con cualquier cosa que crea que es lo más parecido al amor, aunque siempre se sienta insatisfecha.

Al tener amor interno, aprecias lo que eres y por eso sabes lo valiosa que es tu existencia en este mundo, así que no te será difícil encontrar tu propósito en la vida. No permites que te traten como menos y sabes que tu línea de tolerancia al maltrato y al respeto es muy alta. La gente puede observar que te valoras y te tratará con el mismo valor que te das y no con menos. Al amarte, estás amando a la mejor persona, que eres tú y esto hace que fluyan sentimientos positivos a tu vida y los compartas con las personas y seres que te rodean.

Una vez que comprendes lo anterior, no desde tu ego o la capa superficial del intelecto, sino desde fibras más profundas, haces otro alto en el camino y te cuestionas realmente si vale la pena seguir enrolándose en aventuras amorosas de auto engaño, en donde sólo estás voluntariamente con alguien que crees amar, pero que de ninguna manera es amor, sino una forma de rellenar vacíos; vacíos de cosas y emociones que tú mismo no has aprendido a rellenar. Es por eso que se vuelve esencial tener alguien a tu lado, para extraer sus recursos y llenar los tuyos. Pero sinceramente, lo ideal de un amor maduro, es donde existe un intercambio mutuo, no solamente recibir sino dar lo mejor de ti por lo mejor de la otra persona, porque al dar lo mejor de cada uno, está claro que han aprendido a llenar esos vacíos de forma autónoma.

El amor de pareja por sí solo, no nos lleva a la felicidad, al contrario, la felicidad nos lleva automáticamente al amor. Desde luego, para ser feliz y para tener pareja ocupas amor, pero el que tú te das, una buena autoestima.

Una pareja no es tu terapeuta, ni tu doctor, ni tu abogado para resolverte la vida. Ella ya tiene la responsabilidad de ser feliz ella misma. Sería muy egoísta de tu parte dejarle esa responsabilidad porque no nació para eso. Cualquiera que sea ese vacío interno con el que vienes cargando, sánalo tú mismo, acude a un profesional, ámate. Intenta verlo desde el ángulo opuesto ¿Te gustaría encontrar a alguien hecho pedazos para salvarle? Suena muy romántico, pero amar no significa ir levantando moribundos del camino.

No hay nada más atractivo que una persona entera, segura de sí misma, feliz, con una vida propia para compartir contigo (no para darte). Esto no quiere decir que nunca va a estar mal o va a tener problemas, todos los tenemos. Y hay que apoyarlos en esos momentos. Aquí de lo que se trata es de no utilizar a las personas para que nos solucionen la vida, porque por más que lo intentes, nunca lo hará. Es algo que a ti y sólo a ti, te corresponde.

Lo sé, las lecciones que nos da la vida son muy duras y poco compasivas, y tarde o temprano, ellas nos enseñan que el peor error que podemos cometer es creer que podemos convertirnos en la vida y el mundo entero de alguien, y peor aún, creer que ese alguien puede volverse el centro de nuestro universo y girar nuestra vida en torno a la suya, como si no hubiera más. Esperamos que esa persona llene nuestro mundo olvidándonos que nadie, absolutamente nadie puede suplir nuestras carencias.

Pero quizá tenemos que vivir esa experiencia para darnos cuenta de que realmente no queremos ser seres incompletos buscando quien nos rellene, sino que más bien, lo que queremos realmente, es ser alguien integro, de una sola pieza, que sea capaz de compartir su totalidad libre de carencias y así encontrar a alguien en las mismas circunstancias.

Sin duda alguna, si no te conoces, es porque no te interesas, y probablemente, no te quieras, pero si te amas realmente, estarás dispuesto a saber de ti, a aceptarte y a trabajar para reforzar todo aquello que te hace vivir a plenitud, pero también eliminar o cambiar todo lo que te limita a ser feliz. Recuerda que sin ti no puedes hacer nada, no puedes vivir, no puedes respirar, sonreír o enamorarte (de verdad). Es tan sencillo y tan obvio, ¿verdad?

Son las lecciones y la experiencia lo que cada día no vuelve más hábiles y selectivos y hasta cierto punto, exigentes a la hora de involucrarnos en cierto tipo de relaciones. Sabemos que tenemos el derecho de un amor digno, alguien que no necesite darnos algo de sí para ser mejores, sino que simplemente, comparta el mismo amor por sí mismo y fortalecer el mutuo.

Sólo podrás decir que amas de verdad cuando te amas a ti mismo, cuando eres una persona íntegra y feliz. De otra manera lo único que buscas es encontrar a alguien que ponga orden al desastre que tienes por vida. Y puede que lo encuentres porque existen personas que están a la medida de tu enfermedad. Pero no durará mucho, porque esa proyección hará que misteriosamente empieces a ordenar tú mismo tu vida. Y en ese inter, descubrirás que ese amor que decías sentir, se ha terminado. Que indudablemente, prefieres una persona completa en tu vida.

Cuando te amas, estas fomentando automáticamente el principio universal de dar y recibir, así que conoce y acepta tus potencialidades y debilidades al ser una persona imperfecta y empieza a generar ese amor para ti, enamórate de ti mismo y ya después… enamórate de alguien más.

Autor: Karla Galleta