martes, 20 de diciembre de 2016

Cursis, Una escritora amateur.

Soy una romántica empedernida. He visto montones de películas de amor, y llorado al final de todas. He leído muchas historias de romance, y sentir el corazón darme un vuelco. Es que no importa lo jodido que esté el mundo allá fuera, sigo creyendo en el amor verdadero. Es un cliché, ya sé. Pero aún creo. Aún confío en el destino, en las almas gemelas, en la poesía, en las películas. Podrán pensar que fundamento mi sentimentalismo cursi en un estereotipo de Hollywood. Pero no. Creo en el amor verdadero. En ese que se jura eterno. Cuando mi papá y mamá se ríen en la cocina de la nada. Cuando mi abuela le desea buen día a mi abuelo. Cuando Nancy juega con su pequeño hijo, Pablo. Cuando mis amigos llaman para preguntar como estoy. Es cuando creo en el amor verdadero. Creo en las personas cursis, en las acciones cursis. Y fantaseo con vivir cosas cursis. En realidad, creo que por eso escribo. Por qué en las historias de amor, se empieza mal, luego se pone peor el asunto, pero al final, al final hay un felices para siempre y un beso. Y quizás la vida de cualquiera de nosotros no sea una novela de Jane Austen, pero pueden sucedernos cosas pequeñas que nos harán felices. Tal vez mañana te subas al tren y leas tu libro favorito, levantarás la mirada y encontrarás a alguien leyendo lo mismo que tú. Y sueñas que en algún universo paralelo tienen un final feliz.

Lo mismo puede pasarte mientras escuchas música a todo volumen, o admiras la pintura de un museo, o te bebes un café vespertino, o caminas soñando despierto. Y de casualidad chocas con alguien que cambiará tu vida. Y si no pasa nada, igual sueñas con lo que podría haber sucedido. Y soñar te hace creer. Y creer te ayuda a hacer cosas buenas.

Cosas nuevas. Soy una romántica empedernida. Que aún cree en los caballeros que pueden quitarse el sombrero al saludar o descolgarse los audífonos para dedicarte una sonrisa. Aún creo en la inocencia de las chicas, que se ruborizan cuando les hacen un cumplido. Soy una romántica empedernida. Y entiendo que el amor verdadero puede venir de muchas formas, no necesariamente de un príncipe. Pero yo, personalmente, me alegro el corazón pensando en que afuera alguien fantasea con encontrarme, de la misma forma que yo fantaseo encontrarle. En este mundo donde cuesta creer en las cursilerías, vale cerrar los ojos y soñar.

Autor: Una escritora amateur.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Sí, me identifico con la autora totalmente... espero tú también, Mily.

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  2. Bello extraño ese Alterno Amor cuando empezo con toda la cursileria andando

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    1. Eran buenos tiempos, Mónica sin duda, gracias por entrar a leer <3

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