martes, 27 de diciembre de 2016

45 días, Bryan Aguilar.

Un mes y catorce días.
—  45 días,

Te esperé, 
Ahí iba a estar, esperando, muriendo hasta que llegaras de nuevo y con un te quiero B, revivieras mi alma que caía con tu indiferencia.
Te quería.
Te  seguía amando como aquél primer día en que te lo dije, incluso más.
Te lloré,
¿Una par de veces? Mi amor, fueron 17 con cada recuerdo, con cada vez que veía tu fotografía por accidente entre mis conversaciones, o cuando me torturaba directamente buscándola,
Te soñé,
Cuando miraba nuestra primera conversación,, cuando veía tu “Me gustaría enseñarte lo bonito que es el amor”, antes de dormir, me seguía torturando al soñar con “lo que pudo ser”,
Te escribí,
Me dejaba ir en un pedazo de papel manchado con la tinta que representaba la sangre de mi alma dañada, oscura y fuerte por el resentimiento del mal amor,

Te maldije,
En vano todo, porque mi corazón y mi mente, no creían las patrañas que el dolor creaba en mi,
Te recordé,
A estas alturas, el dolor era malditamente fuerte, me punzaba el corazón, era como alcohol en carne viva, ni el whisky ni el bourbón aturdían esa sensación de pensarte y desearte pero no tenerte, deseaba borrar mi memoria,
Te olvidé,
Mejor dicho dejé de recordarte y aprendí que mi amor debe ser correspondido, eso no cambia que te siga queriendo y que muy a veces te recuerde pues dejaste una marco dolorosa, pero muy bonita en mí.

Princesa, te quiero y te deseo lo mejor, porque alguien que hace sentir de esa manera que solo tú sabes, lo merece, hasta algún día o en otra vida.

Autor: Bryan Aguilar

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