lunes, 27 de febrero de 2017

La chica de mis sueños, Roberto Hodgers

Desde tiempo atrás ya pensaba como tiene que ser la chica de mis sueños. 
Ya tenia mi visión de esa persona especial para mi, dueña de unos ojos tan peligrosos que serian ilegales al mirar, solamente incitándote a pecar... 
Una sonrisa un tanto dulce como letal que te llega atrapar y a la vez matar, algo así como el arma perfecta para desarmar inclusive hasta el corazón mas resistente... 
Una voz con el mas fino toque de suavidad que deleite los sentidos, causante de que te pierdas hasta en tus propios sueños y pensamientos sin posibilidades de poder escapar... 
De un tacto tan adormecedor que caliente piel de solo rozar, que cause cosquilleo con tan solo el mas mínimo toque y te herirse con tan solo acercarse... 

De pensamientos profundos y maravillosos tales como el abismo infinito en el universo no visible a 93,000 millones de años luz, como su sola presencia simplemente, irreal he inimaginable... 
De unos labios que al besar sea violentamente exquisitos y adictivos, con una explosión de millones de sensaciones en solo un beso, siendo una experiencia intensamente única que haga vociferar mi mente en pensamientos sobre ella hasta la muerte y quedar atrapado en el recuerdo en otras vidas... 
De un cuerpo que no necesite tener una figura perfecta, pero que con sus propios dotes sepa como usar para matar a este pobre mortal enamorado, que al igual que el pecado, te cause tentación de siquiera pensarla, pero también te cause un blanco total en la mente dejándote inhibido ante ella y amarla sin siquiera utilizar el tacto, sino a la distancia y con una dulce mirada, con voz un poco tenue... con el corazón combinado con el alma... 
Todo esto que dije anteriormente seria la mujer perfecta para mi, la chica de mis sueños... 
Pero algo me hizo retractar aquél pensamiento deseado en ese sueño porque... 
Después te conocí... Y me quedó muy en claro que la realidad supera la imaginación.

Autor: Roberto Hodgers

domingo, 26 de febrero de 2017

El efecto mariposa, Sofia Alcausa Hidalgo

“El batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo”… Con esta simple frase podemos resumir en qué consiste el “efecto mariposa”. 
Pequeñas acciones pueden ayudar a crear grandes cambios. Esta idea sacada de la física y de la "idea del caos” puede aplicarse a la psicología. Las cosas que hagamos hoy influirán en nuestro futuro, que con pequeñas acciones podemos cambiar muchas cosas que no nos gustan de nuestra vida o simplemente que en lugar de culpabilizarnos por los errores que todos cometemos, podemos darle una solución introduciendo pequeños cambios.
¿Pero qué podemos hacer por nuestro “efecto mariposa”? Te doy algunas ideas.

1. Habla directamente con las personas en lugar de hacer elucubraciones sobre ese o aquel malentendido.
2. Hazte escuchar. Poco a poco demostrarás a los demás que tienes una personalidad fuerte y no te sentirás ninguneado o maltratado etc.
3. Con tan sólo una sonrisa o unos "buenos días" crearás un ambiente agradable en torno a ti.
4. Disfruta de pequeños placeres. Una taza de café o chocolate mientras observas como llueve a través de los cristales, observar como duerme un bebé, jugar con los niños o cerrar los ojos y oler y percibir el sonido del mar te proporcionarán una fuente de placer inmediata y que prolongarás en el tiempo. Te irán generando un “pozo de felicidad en tu interior”.
5. Hacer pequeñas cosas por los demás sin esperar nada a cambio. Pequeños gestos como acudir ayudar en campañas contra el hambre, ayudar a tu vecino en un apuro o dejarle el asiento a una abuelita en el autobús, crean efectos mariposa a corto, mediano y largo plazo. Para empezar está comprobado que el altruismo genera felicidad en las personas, por otro lado si unimos los pequeños gestos de cada uno generaremos un gran huracán. ¿Te imaginas que cada persona lleva un paquetito de arroz para los más desfavorecidos en la campaña navideña contra la pobreza; se acumularán kilos y kilos de arroz…y todo con un simple gesto; y si todos cedemos nuestro asiento a las abuelas…contribuiremos con el tiempo a generar una sociedad mejor, más humana y más feliz.
6. Detenernos un minuto cuando estamos enfadados, respirar hondo y pensar que somos afortunados por todo lo que tenemos…otro huracán; nuestros niveles de ansiedad bajarán, saldremos de la espiral del enfado y prevenimos sentimientos nada saludables. Gestos como estos previenen dolores de jaqueca, de estómago, resfriados etc. Las enfermedades están muy relacionadas con las emociones y sino que se lo digan a los romanos y su “Mens Sana in Corpore Sano”. 
-mente sana en cuerpo sano-
7. Piensa en el hoy y no en el mañana. Si ahora puedes disfrutar de dar un paseo con tu pareja, hacer un pequeño viajecito o reírte en la playa con un amigo y un bocadillo como compañía, hazlo. Volverás a generar un huracán felicidad con estos pequeños gestos…si te vienen malos momentos pensarás lo mucho que te has reído y has disfrutado de la vida en tiempos pasados y te ayudarán a sobrellevar mejor los malos momentos.

Ya sabes pequeños gestos pueden mejorar tu vida.

Autor: Sofia Alcausa Hidalgo

viernes, 24 de febrero de 2017

¿Merece la pena seguir luchando por ti o debo dejarte ir?, Karla Galleta

“El día más importante de tu vida, es aquél en que decides que tu vida te pertenece y das la espalda a lo que no es más.”

¡Qué locura es la vida! Se nos va parte de ella tratando siempre de no perder, de no dejar todo aquello que amamos, de no perder lo que consideramos parte de nosotros, de no abandonar proyectos emprendidos aunque en el fondo sintamos que lo que estamos realizando no nos está dando los resultados deseados y no nos está llevando a ningún lado. Al grado de preguntarnos en algunas ocasiones si estamos haciendo lo correcto o sólo estamos perdiendo el tiempo. Si merece la pena continuar o deberíamos abandonar.


Y justo ahí llegué hoy, a esa pregunta que me aprieta el corazón, que me duele hasta el alma: ¿Mereces la pena o debo dejarte ir?
Lo sé, la respuesta es muy clara, pero por algún motivo que ni siquiera sé, me había empeñado en mantener esta relación. Una relación difícil que me ha venido causando más tristeza de alegría, más decepciones y sin sabores que satisfacciones. Muy dentro de mí sé lo que hay que cambiar y lo que hay que dejar ir, sin embargo, el sólo pensar en todos esos cambios me aterraba; sentía miedo y temor de arrepentirme, miedo de ver que al final sólo he perdido mi tiempo, miedo a imaginarme un futuro sin ti, pasando por alto el daño que nos hemos causado, ver que todos los sentimientos que invertí con la firme idea de haber tomado las decisiones correctas terminarán en la basura, y peor aún, miedo a esa angustiante sensación de haber fracasado.

Es por eso que seguía aquí, luchando por ti, luchando por amor una y otra vez como si se tratase de una actitud optimista, evadiendo todo tipo de señales de desinterés de tu parte. Me aferré a consejos y frases creyendo que todo volvería a funcionar, que un buen día los astros se iban a alinear y esa realidad que tanto deseaba, se convertiría en realidad. Pero sólo he conseguido que la realidad me golpee más duro cada vez, y lo último que quiero es convertirme un alguien sumamente obsesiva.

Es cierto que no existen fórmulas, ni recetas mágicas que nos indiquen sin errores cuando debemos abandonar y cuando merece la pena seguir luchando por algo o por alguien, pero el simple hecho de ver todo esto que creímos que era amor, nos está dejando más que pérdidas con dolor y sufrimiento ¡es la primera señal! Es por eso que hoy he decidido esclarecer mis límites mentales para tomar una decisión correcta, y darme cuenta que realmente no merece la pena estar contigo, no merece la pena el sacrificio y las lágrimas, y definitivamente, llego el momento de abandonar esta lucha.

Date cuenta que no es lo mismo tener una relación complicada y estar en una relación con dificultades (problemas surgen a partir de factores externos: dinero, enfermedad, etc.). El luchar una y otra vez por algo así, sólo está absorbiendo mi energía y aunque me duela decirlo, también mi autoestima. Aquí lo más sano es cortar por las buenas, y tomar todo esto como una buena lección, no nada más para mejorar aquellos puntos débiles que afectaron esta relación, sino también para entender que son nuestras malas elecciones la causa principal del porqué muchas veces no nos va bien en el amor.

Si lo analizas bien, no es muy difícil deducir por qué tipo de relación debes luchar por amor hasta el final, ¿verdad? Sin embargo muchos creen que en las complicadas es cuando más se debe persistir, pero cuando vienen las dificultades se rinden más fácilmente. El mundo está al revés. Déjame cambiar eso a partir de ahora y dejemos de luchar por causas perdidas, déjame sanar mi interior.

Y es que si no decido lo mejor para mí, ¿quién lo hará? ¡Nadie! Nadie me puede indicar el momento exacto para abandonar o seguir adelante en una relación complicada, porque nadie me conoce mejor que yo misma. Haber invertido contigo tiempo, esfuerzo y sentimientos, no significa que merezca la pena seguir luchando por algo que no está funcionando, ni significa que seguir esperando resultados vaya a cambiar la situación; así como abandonar tampoco significa fracasar, por el contrario, porque muchas veces abandonar puede ser una manera infalible para no fracasar.

Por último, sólo quiero decirte que luché hasta el final, que di lo mejor de mí y mi amor fue verdadero, pero lo más sensato es esté punto final. Ahora mismo sé que es una de las decisiones más dolorosas que he tomado, pero espero algún día agradecer el haber dicho adiós a tiempo. Porque sólo así podré conservar un buen recuerdo de esta relación…

Tener o no un final feliz depende de dónde decidamos detener la historia.

Autor: Karla Galleta

miércoles, 22 de febrero de 2017

Cuando me amé de verdad, Charles Chaplin

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… ¡saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos…

Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Autor: Charles Chaplin

martes, 21 de febrero de 2017

Lo intentamos aquella vez, Malena

Nos conocimos aquél día y decidimos jamás separarnos, pasaban los días sin pensar en el mañana sin pensar en un futuro entre nosotros dos, nos veíamos lo justo y necesario no nos importaba demasiado si no hablábamos o si no nos veíamos durante una semana, sólo nos importaba cuando hablábamos de vez en cuando si el otro andaba bien y si no lo estaba tampoco nos deteníamos mucho a preguntar por que estaba asi ni nada.

Hasta que nuestras charlas se empezaron a volver más intensas, más largas, más detalladas, o al menos de mi parte era todo eso, durante todos esos días yo te hablaba, todos los días porque sentía la necesidad de saber cómo estabas y si no estabas bien ayudarte, no sólo preguntarte, si estabas bien intentaba que compartieras esa alegria conmigo pero no funcionaba nunca llegaba, hasta pensar yo misma que era demasiado densa.

Así por mucho tiempo siempre era lo mismo, siempre era yo quién sentía algo, hasta que me di cuenta que sentía algo muy fuerte que jamás sentí, no me importaba ser densa porque yo sólo quería saber de vos y que sepas que estaba para todo…

Llegó el día en el cual te dije todo lo que sentía, que ni yo sabía como explicártelo ni sabía qué era, te lo conté por el simple echo de que teníamos una gran amistad. Fue la primera vez que no tuve miedo de expresarme por perder una amistad, porque sabía que eso no iba a pasar.

Vos quisiste de alguna manera alejarme, para que no me enamore, pero ya era tarde…

Ese fue el momento en el que intentamos alejarnos…


Autor: Malena 

domingo, 19 de febrero de 2017

Reflexión de Tzintli Dori

En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer:
– ¿Qué tipo de hombre estás buscando?


Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos y le preguntó:

– ¿En verdad quieres saberlo?

Él respondió:
 – Sí.
Ella empezó a decir: 
– Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre. 
Yo estoy en la posición de preguntar: 
– ¿Qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?.
El hombre se le quedo mirando. Y pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.
Ella, sabiendo lo que él estaba pensando dijo: 

– No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida.
Yo busco a alguien que luche por superarse, a alguien con quien conversar y que me motive a ser cada vez mejor. Yo no necesito a alguien mentalmente simple e inmaduro.
Quiero a alguien a quien admirar y que me admire por mí misma.
No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera, porque yo no busco riquezas.
Busco a alguien que se esfuerce y trabaje hombro a hombro conmigo para sostener nuestro hogar, que no sea una carga más en espera de ser mantenido.
Yo necesito a alguien lo suficientemente sensible, para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero lo suficientemente fuerte, para darme ánimos y no dejarme decaer.
Yo estoy buscando a alguien, el cual yo pueda respetar.
Para poder apoyar a ese hombre, debo respetarlo y que me respete por lo que valgo.
Busco a alguien en quien pueda confiar, que me respete cómo su pareja y mejor amiga. No a un hombre infiel, con un alma tan pobre que me irrespete y se irrespete a sí mismo entregándose a cualquiera, sólo por un momento de placer banal y animal.
Busco a un hombre que pueda ser digno ejemplo para nuestros hijos, más no una vergüenza para ellos.
Yo no aspiro a atender a mi pareja, simplemente él tiene que merecérselo. Yo no puedo ayudar a un hombre inútil, que no se puede ayudar a sí mismo.
Yo busco a un hombre sensible y con buenos sentimientos, porque él conocerá mis sentimientos con sólo mirarme a los ojos. Busco ternura.
Cuando ella terminó lo miró a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes.
Él le dijo: 
–Estás pidiendo mucho
Ella le contestó: 
–Yo valgo mucho.

Autor: Tzintli Dori

sábado, 18 de febrero de 2017

Cuatro leyes de la Espiritualidad, India

En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad":

La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. 



La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo. 

La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. 

Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".

Autor: I just wonder about life

viernes, 17 de febrero de 2017

Ser, Teanny Santos

Yo no quiero "competir" por la atención de un hombre.

No me quiero ver envuelta en la rutina de vestirme "bien" todos los días pensando que puede venir otra más linda y seducirlo.

No quiero estar en la agonía de pensar en arreglarme el cabello porque si no lo hago dejaré de gustarle, que debo usar ropa apretada que marque mis "curvas" solo para ser mostrada como trofeo.


No quiero ser una novia modelo, no quiero competir por el amor.
Quiero que la persona que decida "amarme"
vea lo que soy mas allá de la ropa que uso,
que me haga sentir que puedo usar cualquier cosa y
aún así seguiré siendo bella, que no me diga
"porque no te vistes más hermosa" si no que me diga,
te ves hermosa aunque te pongas un saco.

No quiero apegarme a los prototipos sociales,
a las cirugías, a las dietas, ni mucho menos
a las sesiones de maquillaje solo para ser
"hermosa". Quiero ser yo sin miedo, dispuesta a devolver,
multiplicado por mil, lo que se me entrega.

Autor: Teanny Santos

jueves, 16 de febrero de 2017

Apariencias, Loreber

Soy el típico chico al que le gustan las chicas de grandes pechos y lindos cuerpos. Me fijo en lo físico. Un día un compañero del curso me dijo, “una amiga mía gusta de vos”, me lo dijo por Facebook y me pasó el de ella. La agregué. Para mi sorpresa era una chica de mi escuela que siempre me la encontraba. Siempre pensé que estaba loca. No era de mi gusto, era gordita y no era muy atractiva. Sí lo era, yo no lo veía. Comenzamos a hablar, era divertida y graciosa. Hablábamos mucho por chat. Un día me la cruce de frente y solo nos saludamos. A la semana me atreví a preguntarle si yo le gustaba. Ella me respondió que sí, pero como a mí no me gustaba, decidí mentirle diciéndole “te daré una oportunidad”. Ese mismo día una chica muy hermosa y delgada me dijo que le gustaba y estuvimos juntos. Al poco tiempo empezamos a salir, mientras que a la chica de mi escuela aún le mantenía la ilusión. Un día ella me vio con “mi novia” (la chica hermosa) y yo le dije que de verdad no la quería lastimar, pero que ya estaba saliendo con otra persona. Ella entristeció y se marcho. No hablamos por semanas. 
Un día viernes encontré a mi novia con otro chico y se me vino el mundo abajo, fue horrible, entonces volví a casa y vi a la chica de mi escuela conectada, le hablé con 0 esperanzas de que me respondiera, pero para mi sorpresa, respondió, “hola, bonito, ¿Cómo estás?”. Estaba con la misma alegría de siempre. Los días pasaban y no había día en que no le hablara, aunque solo fuera por tonteras, igual ella siempre respondía paciente y tierna. 

Pasaron varias semanas y un día le pregunté “¿Aún me quieres?”, ella respondió, “¿De qué forma?”, “¿Aún te gusto?”, pregunté insistiendo. Ella se demoró en responder. En su muro había publicaciones seguidas de un chico, hasta que ella me lo confirmó, “estoy saliendo con alguien”, en ese momento sentí un vacío muy grande, no entendía mucho por qué, pero dolía, “ah…” respondí, no pude escribir nada más. En ese momento pensé que esto habrá sentido ella cuando yo la rechacé. Solo nos saludábamos, nunca hablábamos en persona. Hasta que un día me atreví a acercarme a ella, estuvimos conversando un rato largo. Cuando nos íbamos iba ella, un amigo mío y yo, tomé su mano. El roce de su mano con la mía me causó una extraña sensación. Sentí ganas de no volver a soltarla nunca más. Ella llevaba 5 meses de relación, se veía feliz, mientras yo solo quería abrazarla, por lo que decidí hacerlo. En ese instante sentía deseos incontrolables de no querer soltarla nunca más. Quedamos de acuerdo en salir otro día y así fue, tome su mano de nuevo. Había más cercanía. Ella sonreía y bajaba la vista, entonces entendí, me enamoré de ella. No me importaba su físico, solo no quería separarme de ella nunca más. Ella ahora lleva 9 meses de relación y yo he estado con muchas chicas, pero sigo enamorado de ella. De vez en cuando, solo cuando ella me lo permite, la visito. Ella no sabe lo que siento y jamás lo sabrá. Se casará dentro de poco pero no puedo evitar eso, quiero su felicidad, aunque sea lejos mío. Esta enamorada de otro, pero no de mí. Perdí la posibilidad de que ese amor sea mío. He besado muchos labios, imaginando como sería rozar los de ella, he dormido con muchas mujeres, imaginando su cálido cuerpo al lado mío, pero lamentablemente, ya no será nunca. Ella no me pertenece, ella no me quiere a mí. Si leíste hasta el final no pierdas a la persona que está a tu lado, menos por su físico. Ámala por lo que es, su inteligencia, su ternura, su valentía, sus defectos y virtudes. Ámala todos los días, y si se acaba, demuéstrale que peleaste hasta el final. Yo perdí a esa mujer, yo perdí a mi primer amor... NO LO PIERDAS TÚ.

Fuente: Loreber

miércoles, 15 de febrero de 2017

Basta ya, Benjamín Griss

Basta ya de pronunciar tu nombre a otros como si tú fueses la octava maravilla.
Basta ya de llorarte cuando tú ni siquiera contestas mis llamadas,
que ya lo he dejado todo atrás,
que ya me he rendido hace tiempo,
que ya he quemado nuestras fotografías,
pero, joder,
a veces no puedo sacarte de mi cabeza.

Pero basta ya de echarte de menos,
de necesitarte en cada rincón al que voy,
en cada persona en la que te encuentro,
a veces recuerdo que tú no dabas nada
cuando yo te regalé hasta esas partes a las que me aferré
como si yo fuese un náufrago y tú la tabla
a la que me agarré,
y luego te llamé mi salvavidas.
Y tú seguías sin darte cuenta
que yo por ti mataba
a todos los dragones
que te tuvieran encarcelada.


Basta ya de odiarte en cada canción
porque las cosas no fueron como yo quería,
salieron doliendo las hijas de puta,
y eso era lo último que quería:
que te convirtieras en esa canción,
que uno escucha muchas veces,
y al final termina odiando.

Basta de hacerte un hueco en cada plan que trazo,
ya no quiero que seas mi plan A,
ni mi lado izquierdo de la cama,
ni la primera opción en la que piense
cuando
quiera
huir
lejos
de
mí.
Y me dé el peor de los portazos
al encontrarte con los brazos cruzados,
y no quieras abrírmelos nunca más.

Basta de ti,
basta de querer escuchar tu voz
entonando tu canción favorita
mientras me dices que soy tu verso favorito.

Basta,
vete,
toma estas partes,
son tuyas,
te pertenecen.
Pero no te quedes en mí.

Vuela, Amélie,
vuela alto
y lejos.
Ya otros horizontes te esperan,
ya otros lugares te hacen un hueco,
ya otras canciones hablan de ti,
ya otras manos quieren tocarte,
ya otras flores sueñan con que las cortes
y te las pongas en el pelo,
ya otros amaneceres sueñan con despertarte.

Espero que tengas un buen viaje
y una buena y extraordinaria vida,
que yo seguiré aquí,
justo donde dejé de ser yo
y me convertí un poquito tuyo.

 Autor: Benjamín Griss

martes, 14 de febrero de 2017

El amor es subjetivo, AlternoAmor.

El amor es ese sentimiento que construye puentes entre dos personas que no saben cómo nombrar las sensaciones que comparten, esa intensidad que mueve dos almas al querer compartir su mundo más íntimo que con nadie más se siente capaz de contar, a olvidarse de la vergüenza, de confiar que alguien más podrá cuidar tu corazón como sólo tú sabes cuidarlo. Cada detalle, que se expresa en un abrazo, el fuego o la ternura que puede esconder tras un beso, la calidez de unas palabras para el ser amado. Es como una caricia al corazón, la única forma posible de volar sin despegar los pies del suelo porque te brinda una seguridad el no tener dudas de que vive en ti, cuando sabes que esa mirada no quieres dejar de verla nunca más.

El amor fortalece, teje lazos, entrelaza cuerpos, construye y forja a un mejor ser humano, cuida y protege contra todos los males del mundo; se funde en un sentimiento que va al unísono compartiendo un mismo rumbo, sueños que parecían inalcanzables; hace todo posible, logros para llegar a un fin común, la armonía de la felicidad conjunta.

No es egoísta, porque quiere el bien del otro, tanto como el propio. Te da una capacidad de escuchar acordes y recordar momentos que fueron felices, te hace ver al ser amado en todo lugar, con pequeños recordatorios que es por esa promesa diaria de amor, que sigues adelante, que te impulsa a dar lo mejor de ti mismo.

Y es que todos tenemos dentro en un rincón secreto, la capacidad de amar, ya sea a una persona, una mascota, una amistad y sobretodo a uno mismo; sólo es escucharnos, dejar que fluya para que tu cuerpo se inunde de ese calor que produce sonrojarte con una sorpresa como es amar y ser correspondido; es la mejor experiencia que pueda existir; pero no por ello se debe olvidar que es un regalo que se debe atesorar, seguir alimentándolo diariamente, provocando que la otra persona siga sintiendo que el amor no se acaba, que ha permanecido en los dos. Es esas ganas de creer que habrá un siempre, aunque en todos lados te digan que no existe, porque también es una lucha diaria contra la costumbre, la rutina que provoca saber que alguien está ahí para ti.
                 
También es capaz de sanar almas, de cambiar ideas, credos; te ayuda a entender que es con esa persona con quién quieres estar, sin necesidad de leerlo en ningún lugar, sin previo aviso, algo dentro te dice que dentro de la otra persona te puedes quedar, es tu hogar. Porque no hay necesidad de aprender, de que otros te lo confirmen, el corazón te dicta el sentimiento que acelera tu corazón, que te da la paz de sentirte fuerte a su lado, de saber que estabas completo antes de su llegada pero con su presencia te ha complementado, te ha dado lo que en ningún otro corazón ha funcionado.

Tiene la capacidad de transformarte, pero antes de querer compartir tu amor, debes poder verte al espejo y sonreírle a tu reflejo. Incluso con cada imperfección que puedas encontrarte, es tu esencia, lo que te define, eres quién estará incluso cuando nadie más este disponible; y será ahí cuando te sepas completo, sin la necesidad de que alguien más llene los recovecos que ha dejado tu soledad y el pasado; cuando serás capaz de entregarte sin miedo, ni expectativas, sólo desearás que día a día, el amor crezca y permanezca mientras sea puro, sano. El verdadero amor no distingue de género, de orientación, de fronteras o distancias; cuando dos caminos se han cruzado por una coincidencia, por un para qué; es ahí cuando aunque el mundo gire en su contra, el amor triunfa sobre todas las cosas, moviendo los hilos para que el destino cumpla su cometido y se cumpla el sueño de amor, el amor que todos soñamos una vez vivir.

Autor:
Alterno Amor.

lunes, 13 de febrero de 2017

Amar a una persona curiosa...

“No te enamores de una persona curiosa. Querrá saber quién eres, de dónde vienes, cómo es tu familia. Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas. Vendrá a cenar y hablar con tu madre acerca de cómo su curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles. Te pedirá que explotes cuando estás enojado y que llores cuando estás herido. Te preguntará qué significa esa ceja levantada. Querrá saber tu comida favorita, tu color favorito, tu persona favorita. Te preguntará por qué. Va a comprar esa que cámara te gustó, prestará atención a esa banda que amas en caso de que haya un show cerca, te llevará ese suéter al que le sonreíste una vez. Aprenderá a cocinar tus comidas favoritas. 


Los curiosos no se conforman con el exterior, desean el interior. Ellos quieren lo que te hace pesado, lo que te hace sentir incómodo, lo que te hace gritar de alegría, ira, y de angustia. Su piel se convertirá en páginas en las que aprenderás a derramar tu ser. No te enamores de una persona curiosa. 

No dejará un suspiro sin explicación. 

Querrá saber qué hizo exactamente, qué hizo para que la amaras. Año, mes, día, semana. “¿A qué hora fue, ¿qué dije?, ¿qué hice?, ¿cómo te sentiste? “No te enamores de una persona curiosa, porque he estado allí. Desabrochará tu camisa y leerá cada cicatriz, cada marca, cada curva. Explorará cada una de tus extremidades, cada órgano, cada pensamiento, cada ser.”


Fragmento, autor desconocido.

domingo, 12 de febrero de 2017

Relaciones, Ana Hatun




Hay 4 tipos de relaciones:

:: Las que vienen a enseñarnos de lo físico, del primer contacto de intimidad y unidad. El deleite es el roce, la intensidad sexual, el reconocimiento del cuerpo, el intercambio material.::

:: Las que vienen por una retribución kármica o de aprendizaje profundo, que mueven las creencias, que ponen a uno y a otro a saldar las deudas. Son relaciones dramáticas, perpetuadas por hijos en común.

:: Otro tipo de relación es la del alma. Ambos han hecho un recorrido en sus vidas, y se unen para dar servicio a la pareja y a la humanidad. Se crean y se recrean. Su unión va y viene desde el corazón. Hay una misión en común.

:: Por último, está la relación del alma gemela. Con ésta se trabaja la sombra y la luz. Existen dificultades que los hacen sentir separados uno del otro, barreras físicas o emocionales que no les permiten estar juntos. A veces logran estar en unión y a veces no".

Autor: Ana Hatun

sábado, 11 de febrero de 2017

No quiero ser, Lucsor


Yo no quiero ser la debilidad de nadie si no fortaleza, un apoyo, un respaldo, un lugar a donde poder acudir en momentos de hartazgo, de duda o en esos casos donde se desborda la tristeza y las cosas se nos salen de las manos.

No quiero ser su perdición, mucho menos salvación, solo un punto intermedio en donde quepa a veces la cordura, a veces el desquicio, el punto de retorno cargado de comprensión y cariño.

No quiero ser tu ruta de escape, quiero ser sendero, el que andas lento, en el que te detienes a mirar el paisaje, al que acudes, por el que pases una y otra vez sin sentir hastío, flojera o aburrimiento y ser tu camino predilecto.

No quiero ser deseo desbocado, quiero llenarte de calma cuando haga falta, quien te sepa triste sin que digas nada, quien sepa robarte las sonrisas que creas escasas, quien te abrace y te repare y te sientas lista para salir avante.

No quiero construir recuerdos, quiero vivir instantes memorables, quiero que muchas canciones lleven tu nombre y tantos libros pasen por nuestras manos, quiero seguir llenando la videoteca de cintas románticas y cursis, hacer nuestro el café de la esquina y el parque frondoso del barrio, que algunas calles reconozcan nuestros pasos, conducir y tomarte de la mano y amar los silencios cómodos a tu lado.

Yo no quiero ser poeta, quiero ser poema, el que leas y reescribas, el que te acaricie sin tocarte de vez en diario, el que el pecho te inflame, el que te bese cuando yo te falte, el que te toque y te incendie, el que te desvista y te seduzca y renazca en tus labios, el que te conduzca al orgasmo.

Autor: Lucsor

jueves, 9 de febrero de 2017

No se lucha por amor, se lucha con amor; Karla Galleta

He tenido demasiadas guerras en mi vida como para que el amor sea una de ellas, porque no se lucha por amor, se lucha con amor. Y es que ¿por qué luchar por alguien que duda si quiere estar a tu lado?, ¿de qué sirve llenarte de fuerza y de valor si tienes que hacer un esfuerzo para que haya reciprocidad?, ¿para qué estar donde no quieren que estemos?, ¿por qué correr detrás de alguien que no quiere estar a tu lado?

Desde mi punto de vista, luchar por amor es hacer un esfuerzo extra para vencer un obstáculo innecesario, y en el amor lo podrían ser: la indecisión, el miedo, la confusión, la comodidad, la frustración o la falta de motivación que tiene una persona al estar a nuestro lado.

En cambio, luchar con amor, es saber que el ingrediente principal para mantenerse unidos es el interés, que sobran las ganas de conocerse recíprocamente, que no hay necesidad de perder la dignidad ni suplicar para que la otra persona esté a nuestro lado. Luchar con amor, es saber lo que valemos cada uno como ser humano y, de esa forma, saber que merecemos ser amados, respetados y valorados y no recibir menos que eso.

Qué sí, que miedo puede haber, sobre todo al principio de la relación, y es normal, porque regularmente venimos cargados de relaciones pasadas muy difíciles, relaciones mediocres que nos han llenado de tristeza, de decepciones, de heridas tan profundas que pareciese que volverán a sangrar en cualquier momento. Nos da un poco de miedo que lo que comenzamos a sentir sea una simple ilusión de ese amor que nos gustaría vivir.

Es entonces lo que queremos evitar, comenzar luchas injustas, largas y dolorosas en las que, al final, terminemos peleando solos, aferrarnos a una ilusión, sacrificando nuestra vida y nuestra alma por una relación que en fondo, no lo merece. No podemos o no debemos, quedarnos con quienes se resguardan en la indiferencia, en la insensibilidad, en las verdades a medias o en la mentira. Porque la única manera de que merezca el riesgo esa lucha con amor será la entrega, la honestidad y, sobre todo, el valor y la generosidad que se mueve detrás de las tormentas.

No, no luches por amor, LUCHA CON AMOR ante todas las adversidades con quien sí quiera estar a tu lado; con quien decida tomar tu mano y enfrentar los retos que la vida, la sociedad, la familia, los amigos y , a veces, uno mismo impone; con quien no dude mirarse en tus ojos y decida que es ahí donde quiere estar; por quien tiene algo que ofrecerte día a día sin necesidad de pedírselo; con quien a pesar de las discusiones y desacuerdos seguirá allí, haciendo a un lado las diferencias y el orgullo porque su amor es más grande que eso; con quien comprenda que el amor perfecto y las personas perfectas, no existen, pero que lo que sí existe, es el amor verdadero e inexplicable, y ese, es capaz aceptar esas imperfecciones y aprender a crecer con ellas, juntos; con quien se atreva a jugársela por vivir una buena historia a tu lado.

De no ser así, lo mejor que se puede hacer, es retirarse, porque amar, a veces, también es dejar ir al otro para que pueda florecer, al igual que tú. De qué nos sirve estar en una relación que no nos hace crecer, que no nos hace personas más conscientes y más enteras. De nada sirve mirar atrás, porque la vida nos espera siempre por delante.

En los retos se ve la madera de la que estamos hechos y saber que amamos con valentía a las personas que pasaron por ella, es lo más maravilloso que habremos hecho.

Autor: Karla Galleta

Apaga la luz, Dannyboy_dvh

Un montón de hombres se preguntan porque algunas mujeres en la intimidad, tienen la tendencia de cubrirse la cara y decir: "pero apaga la luz".

Déjame contestarte esa pregunta...
La mayor parte del tiempo por el que las mujeres hacen esto, es porque se sienten inseguras acerca de su cuerpo. ¡Cómo sí su cuerpo no fuera suficientemente bello! Se cubren la cara porque no quieren ver la reacción del hombre al ver su cuerpo completamente desnudo.


La mayoría de los hombres cuando acaben de tener sexo con una mujer o vayan a tener, para donde sea que vayan, deben de entender que algunas mujeres están confundidas con su cuerpo.
Sobretodo cuando existen hombres que las hacen sentir de esa manera, haciéndolas pensar que su cuerpo no es suficiente y bajándoles el autoestima, solo porque los inseguros y egoístas son ellos.

La próxima vez que veas a una mujer haciendo esto, besa su frente o acercarte a su oído y susúrrale que tiene un cuerpo espectacular, abrázala y deja el sexo para después. Primero dale la seguridad de que su cuerpo es hermoso y agradécele a esa mujer por permitir que ocurriera ese momento. Si no, mejor no te acuestes con ella. Porque simplemente no la mereces.


Autor: Dannyboy_dvh

miércoles, 8 de febrero de 2017

Cosas difíciles, Fátima

Pasan los días, los meses, los años y sigo sin desamorarme. 
¿Qué es lo que me pasa? 
Dejó ir oportunidades, cierro mi corazón para que no entre nadie solo por ti. 
¿Y qué me das a cambio? Nada. 
Me duele quererte y no poder hacer nada. Hasta llegué a pensar que te empezaba a gustar...¡Já, cómo me equivoqué! Mucha gente me decía y me dice, "ya fue, olvídalo". Pero nadie sabe lo difícil que es para hacerlo. Es difícil olvidar tu voz, tu risa, tus chistes, tus miradas, tus sonrisas. 

Y qué loco todo, porque no nos vemos mucho, pero me sigues gustando. 

Casi todos los días le pido al universo que me ames y que todo sea como antes. Pero es difícil.
A veces me pregunto, ¿estaré haciendo algo mal?. Y no, nada que ver. El que está haciendo las cosas mal aquí eres tú. 

Yo te amé y te amo de verdad, y eso no lo ves. Miras a chicas que no te dan ni la hora mientras yo te estoy esperando. ¡Estoy atrás tuyo! ¿No me ves?.... No, al parecer no.

Autor: Fátima, Hablo para mí, escribo para ti.

lunes, 6 de febrero de 2017

Yo te recuerdo...

Es cierto que te pienso y mucho. Te pienso más de lo que admito, más de lo que me gustaría. 

Te recuerdo de día y de noche, con alguna canción, en algún lugar o entre algunas personas.

También es cierto que te lloro. No a menudo ni constante y es que he llegado a pensar que las lágrimas destinadas para ti se acaban, como se acabó la confianza, el respeto y nuestro tiempo juntos.

Te clavaste tanto en mí, que ahora no sé bien qué pasará sin ti.

Me has marcado el alma, la mente, la maldita mente, el cuerpo, el corazón, toda mi vida pues ha sido marcada por tu existencia.


Y apenas Dios sabe si tu existencia viva sin la mía. Porque como ya lo dije, te pienso y después de pensarte mi mente se pregunta si también me piensas a mí, si también me recuerdas o me lloras; si estoy clavado en tu mente, en tu bendita mente o marcado en tu vivir.

Es más que cierto que te extraño y extrañarte se ha convertido en una rutina de esas a las que la gente se acostumbra y hace por inercia, mas no deja de ser desagradable. Y así fue tu partida, desagradable, como tu persona, como tus manías, como tu loca forma de ser que para el puto colmo también extraño.

Es cierto que te pienso, te recuerdo, te lloro y te extraño y, tal vez estas líneas te hagan pensar que hasta te amo. Pero no te confundas dolor mío, ya no te amo.


Autor desconocido

Carta de despedida del amor de mi vida, Juank2k


Sabes que siempre se me ha dado mejor escribir que hablar por eso he decidido despedirme así, si estás leyendo ésta carta es porque todos mis intentos han fracasado, ésta vez si he luchado, además más que nunca, prácticamente he llegado a arrastrarme y humillarme, he dejado correr el tiempo pero no me ha ayudado, he hablado con personas cercanas a ti pero me han confundido aún mas sobre tus sentimiento, he ido detrás tuya como jamás pensé que iría, pero todo ha sido en vano, me he estrellado una y otra vez contra un muro de piedra, ya me doy por vencido, no puedo seguir más así, tengo que comenzar a ordenar mi cabeza que desde que lo dejamos no sabe aún siquiera donde está, hasta ahora he estado como en un sueño, una pesadilla de la que me he intentado despertar una y otra vez y no lo he conseguido…

Es curioso y no se si será una de esas casualidades que hace el que está ahí arriba pero un día como hoy hace exactamente 5 años recibí un sms de alguien preguntándome si tenía Messenger y tres semanas después empezaría la historia más importante y feliz de mi vida… que por desgracia o mala voluntad del destino hoy finalmente acaba.

Por mucho que me duela o por mucho que no quiera a partir de hoy no me queda más remedio que empezar a olvidarte, olvidarme de tu pelo, de tus ojos, de tus miradas, de tus lágrimas, de tu sonrisa, de tus labios, de tus besos, de tus manos, de tus caricias, de tu voz, de tus te quieros, de tu mal genio, de lo cabezota que eres, de tu olor, de tus abrazos, de despertarme a tu lado, de las promesas que no he podido cumplir, de la niña que siempre desee tener contigo, de compartir una vida, un sueño, una ilusión, de enfadarme contigo por tonterías, de verte seguir creciendo, de acompañarte a comprar ropa, de nuestros paseos, de nuestros viajes, de las horas muertas que hemos pasado juntos sin ni siquiera hablar solo sintiéndonos juntos, de volver a ver una película contigo, de ir a cenar juntos, de tus ensaladas de pasta, del cocido de tu madre, de las tortillas de espinacas, de todo lo que perdido y he ganado contigo, de los momentos buenos, de los momentos malos, de tu madre, de tu padre, de tu hermana, de tu gente, de que te quiero, de que te amo, de que eres la mujer de mi vida… 

                              
Como ves son tantas y tantas cosas, aparte de todos las que se me olvidan, que no se cuanto tiempo necesitaré, pero intentaré cada día ir olvidando una a una, no se si algún día lo conseguiré y lo peor de todo es que quizás pueda olvidarte pero no creo que nunca pueda dejar de quererte.

No eres mejor ni peor que nadie, simplemente eres tú, con tus cosas buenas y tus cosas malas, con tus defectos y con tus virtudes, ahora echo de menos incluso tu mal genio, porque yo soy un reflejo tuyo, un reflejo de tu persona, sin ti me falta algo, no me siento lleno, es como si me hubieran quitado una parte de mi mismo, como si me hubieran arrancado la mitad de mi cuerpo y solo estuviera viviendo con una sola mitad.

Teníamos una historia increíble, una historia que era envidia de mucha gente, ahora me he dado cuenta de que mucha gente nos tenía envidia, envidia de que dos personas tuvieran un amor tan grande que ellas en su vida conocerán, envidia de que dos almas gemelas se hubieran encontrado, de que existiera el amor verdadero, el amor puro, donde no existían los intereses, el amor que solo puede surgir cuando dos niños que todavía no conocen la dureza del mundo se enamoran, una historia que empezó gracias a ti y que por mi culpa ha acabado…

Ya solo me queda pedirte perdón, perdón por todas las veces que te he hecho sufrir, perdón por mis enfados tontos que han sido muchos, perdón por comportarme tantas veces como un crío, perdón por darme cuenta de todo tarde, perdón por dejar que esto acabara… y darte las gracias, gracias por hacer que esto empezara, gracias por haber estado ahí siempre, gracias por haberme querido, gracias por haber sido tan buena conmigo, gracias por habérmelo dado todo…

Siento de verdad no poder ser tu amigo, pero es superior a mí, ha sido demasiado lo que he vivido contigo para verte como una simple amiga, de verdad que lo siento pero te prometo que intentaré saludarte si nos vemos, de verdad que intentaré no apartar la mirada, pero quiero que sepas que si lo hago es porque se me parte el alma cuando te veo, el simple hecho de tenerte delante y no poder tocarte es algo que me desgarra por dentro, si lo hago perdónamelo por favor…

Estoy seguro de que nadie te querrá nunca tanto como yo, pero deseo que alguien pueda hacerte feliz y pueda cumplir tus sueños, ojala hubiera tenido una oportunidad porque ese estoy seguro que hubiera sido yo, pero no ha podido ser, ya verás como alguien se cruza en tu camino.

Autor: (Juank2k, extraída de un foro)

domingo, 5 de febrero de 2017

El lugar que tú ocupas, Elvira Sastre

Por suerte,

existes.

Y por suerte también,

no solo existes

sino que te colocas aquí,

justo al lado de todo lo que está lejos

para estar cerca.

Y por suerte, aún más,

no solo existes

y te colocas aquí,

sino que es en ese exacto lugar

en el que me haces creer

que merezco habitarlo,

conocer los rincones que lo atajan

y saber mirarte también

cuando cierro los ojos.

Como un sueño.

Como el sueño que aparece

en el momento preciso

en el lugar que tú ocupas.

Autor: Elvira Sastre

viernes, 3 de febrero de 2017

Ella era, Señor Prohibido

Ella no era como todas esas chicas de afuera. Ella era una chica extraordinaria en un mundo ordinario. Tenía una sonrisa que la luna envidia, una mirada tierna, sin malicia.
Ella era la única chica que leía, siendo tan chica pensaba más que las demás niñas a su edad.
No estaba casada con la social media y no estaba obsesionada con la estética pues pensaba que la belleza no se crea, se vive con ella. Y que los maquillajes son sólo máscaras que ocultan la verdad.
Usaba el color rojo de vez en cuando en los labios pero no era más que un signo de precaución.
No pensaba en tener una relación con un chico normal, sabía que la mayoría solo le hablarían de cosas bonitas para llevarla a una cama, y ella no quería estar embarazada como las chicas de su edad. No, ella sabía que a su edad debía viajar y ver hasta dónde podía llegar y es que en eso decidía su felicidad.
Ella prefería estar con su mejor amiga a ponerse una borrachera de prepa.
Ella sabía que nadie tenía un tema distinto de que hablar, si no era de ropa, sexo y drogas.
Te lo juro ella era otro mundo y tenía en sus ojos el brillo del sol. Su piel era blanca como la nieve.
Era preciosa e inteligente, y más que eso llevaba tatuada en su mente "conciencia, libertad y respeto".

Para mí ella era perfecta y siempre lo será.


Autor: Señor Prohibido

jueves, 2 de febrero de 2017

Carta a quien será el amor de mi vida, Dragitza Rastegorac Grubisic

Mi (futuro) amor:

Quiero que sepas que esto es nuevo para mí, cada palabra, cara mirada, cada “te quiero”, aun no son 100% parte de mi ser, pero a la vez salen de lo más profundo de mi corazón. Tengo años imaginando tu sonrisa, tu mirada, tu voz, ahora sé como son y no sé que decir…creo que es amor, pero no estoy segura, no me había sentido así antes. Tengo miedo, no puedo decir que no, mi corazón esta viajando a mil por hora a lugares desconocidos, no sueltes mi mano, por favor.


Quiero que sepas que nunca he amado, pero he querido y me han roto el corazón. He regresado en mis pasos para recoger los pedazos, los he vuelto a unir, y ahora te lo doy, con cicatrices sí, pero late por ti. Guárdalo sin miedo pero con cuidado. Sé que crees que soy fuerte porque ando sola por la vida, pero te confieso que por dentro soy arena…caigo para levantarme de nuevo. No dejo que nadie lo sepa ¿guardas mi secreto?

Soy una caja de sorpresas, voy a querer escribirte muchas cartas, hornear pasteles, llamarte en la madrugada sólo para escuchar tu voz…pero también voy a hacer cosas sin avisarte, y te pido disculpas, no estoy acostumbrada a que alguien esté pendiente de mí. Estoy aprendiendo a equilibrar de nuevo mi vida. Tu llegada es el terremoto más dulce, pero aun así, has desordenado algo dentro de mí, y estoy aprendiendo a vivir así.

No sé discutir sin llorar, no sé ceder, nunca me he peleado con alguien tan importante como tú. Estoy loca, voy a gritar y hacer un berrinche, porque busco que me calles con un beso. Cállame y luego conversamos un acuerdo, pero primero bésame. Dame la mano al caminar, lo sentiré extraño pero me gusta. Si algún día quieres llorar, hazlo, limpia el alma; jamás pensaré que eres débil; eres fuerte por mostrar tus lágrimas.

Dicen que lo bueno llega a los que esperan, esperé bastante por ti y ya te encontré y tú me encontraste. Gracias por cruzarte en mi camino y no pasar de frente. Gracias por tu mirada, por tu corazón, por tu sonrisa, iluminan mi vida más que un millón de estrellas. No soy cursi, creo que estoy enamorada de ti. Juro leerte esto cuando te conozca. Te quiero como siempre y para siempre.


Yo.

Autor: Dragitza Rastegorac Grubisic